Victoria amarga, derrota dulce
En una noche de sorpresas a nivel nacional, el Partido Popular de Aragón resolvió con solvencia la cita con las urnas. Sus siete diputados, con el 36% del voto y más de 257.000 sufragios, representan uno de los mejores resultados de su historia en unas elecciones generales.
En la orilla socialista, la pérdida de representación fue sensible, con dos lecturas añadidas: el adiós a su hegemonía en Huesca, que corrobora la fotografía de los comicios autonómicos, y la falta de un suficiente impulso en Teruel tras las generales de hace cuatro años. El descenso de diputados en Aragón -de 6 a 4- era esperado en la dirección socialista, pero evidencia una clara cesión de terreno electoral ante los populares, una derrota amortiguada en parte por la fotografía nacional.
Sin duda, la progresión del PP en Aragón ha contribuido, además, a expulsar a Teruel Existe del arco parlamentario, un duro golpe para el partido que lidera Tomás Guitarte, el segundo revés que sufre tras los comicios de mayo y que deja en evidencia una estrategia equivocada en la Cámara Baja, donde se colocó de perfil y sin posicionarse en aspectos clave durante buena parte de la legislatura.
Los resultados de anoche respaldan la estrategia de prudencia adoptada por el candidato popular a la DGA, Jorge Azcón, que ha evitado cerrar un acuerdo de gobierno con Vox antes del 23-J. Precisamente, el buen desempeño del PP en la Comunidad y el batacazo de Vox -que ha perdido 19 escaños pese a conservar el de Aragón- podrían permitir a Azcón un gobierno en solitario. A Vox le han quitado la razón las urnas. Y, quizá, el acceso al Gobierno de Aragón.
