Por
  • Inocencio F. Arias

Caballos de Troya

A veces es el propio gobierno el que envía los caballos de Troya.
A veces es el propio gobierno el que envía los caballos de Troya.
Beatrixia

En mi último libro señalo que la imagen de España en el exterior a menudo se ha visto cuarteada por las acciones de nuestro gobierno. Si Pablo Iglesias, siendo vicepresidente, pregonaba que España no es una verdadera democracia, si despellejaba al Jefe del Estado, si abogaba por la autodeterminación de Cataluña, etc., y no era destituido, el propio gobierno se convertía en una quinta columna que socavaba el prestigio de España.

Más grave aún es que el presidente Sánchez haya asumido con frecuencia ese papel de caballo de Troya. Empecé a verle el plumero cuando en su programa electoral de 2016, que constaba de 18.000 palabras, solo dedicaba cinco a Cataluña, que era el mayor problema de España. Ya en el poder, Sánchez insistió en su veta quintacolumnista. Doy ejemplos:

1.- Borrell, como cualquier diplomático, sabía que las representaciones catalanas en el extranjero se dedicaban a desprestigiar a España, a vender que a Cataluña se le roba y que aquí no hay democracia. En consecuencia, Borrell presentó un recurso para detener la apertura de nuevas oficinas catalanas. Pero Borrell emigró a Bruselas y Sánchez se apresuró a autorizar las aperturas. El caballo de Troya avanzaba al trote.

2.- Sánchez indultó a los golpistas catalanes (el caballo relinchaba ufano) en claro contraste con lo que hizo Calvo Sotelo con los golpistas de 1981. Don Leopoldo recurrió la primera sentencia por ser leve y los golpistas cumplieron una pena mayor. Sin indultos.

3.- El presidente modificó el Código penal (sedición, malversación) para hacer un traje a medida de los separatistas en caso de que sean reincidentes. El caballo piafaba.

4.- Sánchez promete a Puigdemont que regrese, habrá un paripé y será indultado en un mes.

5.- Morenés, embajador en Washington, salió al paso de infundios que Torra vertía en Estados Unidos sobre España, y cuando un periodista preguntó a Sánchez contestó que no era el momento de crear problemas con los catalanes. El caballo se revolcaba gozoso mientras los diplomáticos españoles concluían que si un separatista se cisca en España, mejor no involucrarse.

6.- Sánchez montó una mesa de diálogo de igual a igual con los separatistas para hablar ‘de todo’ (incluido el referéndum, por supuesto). El caballo se encabritaba.

Hace poco se ha sabido que el diplomático Agustín Santos Maraver se dedicaba, siendo embajador de España ante la ONU, a escribir artículos que denigraban a nuestro país

Podría seguir, el corcel tóxico de los independentistas es a menudo llevado de la brida por Sánchez porque teme que si se espanta su permanencia en el poder peligre.

Hace poco descubrimos que nuestro representante en Naciones Unidas, embajador de día, tramposo de noche, se ha venido dedicando a escribir artículos con un pseudónimo en los que cuestiona el orden constitucional, ataca al sistema del 78, "un régimen de agobiantes límites" demuele el concepto territorial del Estado, alabando el referéndum chapuza catalán, es despectivo con la monarquía y rechaza la participación en la OTAN y la Unión Europea, a la que también trata con desdén. Los izquierdófilos que enarbolan la libertad de expresión olvidan que esta es sagrada pero que estamos hablando de un funcionario en ejercicio que ocupa un puesto altamente representativo. No puede, ni con alias, denigrar al gobierno y a la Constitución del país al que representa. Defender de día una cosa y denigrarla de noche es ejercicio de trilero. Algo que no debe hacer un representante de España. Si estaba tan incómodo con su trabajo debería dimitir. Como señala Florentino Portero, un funcionario debe ser profesional y leal al gobierno, si el gobierno lo nombró en la ONU, no habiendo destacado antes, era por la confianza, "por ser uno de los suyos".

No es el único ejemplo de caballos de Troya en el actual gobierno

Yo pensaba que a Sánchez le había salido un caballito de Troya que minaba la labor de su gobierno panfletariamente, pero Portero me hace reflexionar. En primer lugar, ¿era lo que escribía el funcionario Santos Maraver tan diferente de la actitud del gobierno o coincidía en mucha medida con lo que sostenía el ala podemita, que pasmaba a nuestros aliados, y en no poca a los deseos del propio Sánchez con sus cesiones a los independentistas, sus bocados a la Constitución (cierre inconstitucional del Congreso, esfuerzos por domar a la Fiscalía y la Abogacía del Estado…) y bochornoso mantenimiento en el cargo de un subordinado que dice que debemos más a los herederos de ETA que a los patriotas de la derecha? La similitud existe. En segundo lugar, ¿es creíble que el gobierno ignorara lo que durante cinco años escribía su representante en la ONU? No. El CNI no es ciego sino eficaz. Ciertos servicios de prensa también. Son muchos años y muchos artículos troskistas para pasar desapercibido. ¿Por qué no lo cesó? ¿Porque no lo consideraba un caballo de Troya sino una voz enana pero útil?

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