Emitir el voto por correo
No cabe ninguna duda sobre el funcionamiento del voto por correo, un procedimiento de participación electoral que cuenta con todas las garantías democráticas. Lo que resulta indispensable, en unos comicios en los que muchos electores van a estar desplazados de su domicilio habitual, es que se pongan todos los medios necesarios para que el reparto de la documentación a los solicitantes se realice a tiempo, de manera que todos los españoles que hayan elegido esta modalidad de voto puedan ejercer su derecho.
Con unas elecciones generales a celebrar en pleno mes de julio, era previsible que muchas personas recurrirían al voto por correo para poder ejercer, sin interrumpir sus vacaciones, su derecho al sufragio. Así está sucediendo. Al cerrarse ayer el plazo, alrededor del 10% de los electores aragoneses y al menos un 8% de los españoles habían solicitado la documentación necesaria. Los ciudadanos que han elegido esta modalidad de voto pueden estar tranquilos, está garantizado que su papeleta no será manipulada y que computará en la mesa correspondiente el día 23. Los ajustes introducidos en el procedimiento por la Junta Electoral tras las irregularidades detectadas en mayo en unas pocas poblaciones aseguran la integridad democrática del proceso. Por otro lado, el muy notable aumento de los votos de personas desplazadas respecto a otras convocatorias supone un importante desafío logístico para Correos. Representantes sindicales de la empresa pública han señalado que los refuerzos de personal que se han realizado no son suficientes ni han llegado a tiempo, lo que puede suponer para los trabajadores un esfuerzo extraordinario. Pero hay que entender que la dirección de Correos estará tomando todas las medidas que sean necesarias, y si fuera preciso cabría además que la Junta Electoral velase para que nadie vea frustrado su derecho a voto.
