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Resacas del debate

Cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo
Cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo
Agencias

El día después del cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo ha sido testigo del diferente estado de ánimo en Ferraz y en Génova. El PSOE asume que su líder no logró impulsar su campaña como pretendía y teme una mayor desmovilización de su electorado ante la mala intervención de quien llegó al plató como favorito. En cambio, el PP ha optado por la prudencia para frenar la euforia de sus bases, pero parece claro que Feijóo consiguió contrarrestar con serenidad los argumentos reiterativos de Sánchez para aparecer él mismo como presidenciable, reforzando su imagen así como la idea de un cambio de ciclo. Sea como fuere, quedan diez jornadas de campaña para que todas las fuerzas en liza expliquen con más profundidad para qué quieren gobernar, cuáles son sus políticas y cómo quieren financiarlas. En definitiva, qué proyecto de país tienen.

Sánchez ha valorado desde Lituania, antes del inicio de la cumbre de la OTAN, su participación en el cara a cara acusando a Feijóo de "plantear una montaña de mentiras". Mientras tanto, el líder del PP ha ironizado sobre el esfuerzo empleado por su contrincante: "No sé para qué se encierra cuatro días en la Moncloa". Ninguno de los dos ha hecho autocrítica a pesar de haber protagonizado un debate embarullado y poco útil para aquellos ciudadanos que buscasen información para decidir su voto. Lo más claro es que el candidato del PP fue capaz de ganar la posición a Sánchez en algunos de los temas más controvertidos.

El único debate electoral Sánchez-Feijóo no ha aclarado, pues, el panorama, pero sí está meridianamente claro que España necesita reformas duraderas en capítulos como la economía, las pensiones o la educación, que exigen políticas de Estado compartidas entre los dos grandes partidos.

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