Por
  • Vicente Pinilla

Un fantasma

Un fantasma
Un fantasma
K.H. / Unsplash

Un fantasma recorre Europa: el fantasma del populismo de ultraderecha. Frente a este, dos estrategias han predominado. La aproximación franco-alemana ha sido imponer un cordón sanitario, negándose la derecha clásica a ninguna forma de colaboración. En otros países, como en Italia o los países escandinavos, la estrategia ha sido colaborar para poder gobernar en coalición. 

Ninguna de las dos parece haber rendido frutos apreciables. En la actualidad, los partidos de ultraderecha están bien representados en los parlamentos de buena parte de los países europeos y encabezan gobiernos en otros como en Italia, Hungría o Polonia.

¿Deberíamos estar preocupados por este ascenso? Creo que sí por varias razones. En primer lugar, el pasado y presente de Europa está marcado por la catástrofe que supusieron los gobiernos de este signo en el periodo de entreguerras y por las dictaduras que hubo en la postguerra en países del sur. Es verdad que para Europa oriental también el periodo comunista implicó represión y ausencia de libertades, pero ahora no hay fuerzas relevantes de este signo en el continente. En segundo lugar, estos partidos amenazan el consenso básico de la convivencia europea en los últimos 70 años: economía de mercado, estado del bienestar, integración europea y una creciente ampliación de los derechos y libertades. Por último, la experiencia de gobierno de estos partidos en Hungría o Polonia, pone de relieve que la restricción de las libertades y la merma de democracia es un peligro real. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión