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  • Editorial

La tragedia por la tormenta estuvo cerca

Cuantiosos daños en el colegio María Zambrano de Parque Venecia
Cuantiosos daños en el colegio María Zambrano de Parque Venecia
Oliver Duch

El repaso de los escenarios de Zaragoza y la provincia donde la tromba de agua y granizo del pasado jueves más peligro generó deja la evidencia de que se rozó la tragedia. Que únicamente esté una persona en la UCI del Miguel Servet es casi milagroso a la vista de lo que podía haber ocurrido. Sin ir más lejos, el colegio de Parque Venecia, el CEIP María Zambrano, ha quedado arrasado. Aunque sus pilares han resistido la fuerza de las lluvias, las paredes y el mobiliario están destrozados. Solo unas pocas horas antes de la tormenta, decenas de niños disfrutaban de unas colonias de verano en esas instalaciones. Situado en el Barranco de la Muerte, son muchas las familias que piensan que el centro educativo debería ser trasladado a otro punto del barrio. De las consecuencias del temporal, con muchas infraestructuras dañadas y pérdidas económicas millonarias, deben extraerse lecciones para orientar actuaciones a corto y medio plazo. Si bien el éxito de invertir en prevención es invisible, el fracaso es muy costoso.

Los daños materiales serán «millonarios», ha adelantado la alcaldesa, Natalia Chueca, que ha hablado de una tormenta «sin precedentes». Lo cierto es que lo que ocurrió el jueves en Zaragoza fue un fenómeno extremo. Pero hecha esta salvedad y reconociendo que es una gran suerte que no haya habido que lamentar fallecidos, las Administraciones deben asumir que es preciso revisar el mapa de riesgos. Seguramente habrá que modificar aspectos concretos de las áreas de expansión de la ciudad e incluso estudiar la reubicación de algunas infraestructuras críticas. El recuerdo imborrable de lo que ocurrió en el camping de Biescas en agosto de 1996 obliga a extremar las precauciones al planificar las ciudades y las infraestructuras, sobre todo cuando son tan sensibles como un colegio o un supermercado, que en el caso de Puerto Venecia se han construido sobre el brazo geomorfológico de un barranco.

En Aragón y, en concreto, en Zaragoza hay infraestructuras y calles que sufren inundaciones cada vez que llueve con intensidad. Es responsabilidad de los gobernantes la modernización de las formas de construir las ciudades, deben adaptarse al cambio climático, que está generando mayores y más frecuentes precipitaciones. Los especialistas hablan de que existe en la capital aragonesa una excesiva pavimentación impermeable y proponen que se identifiquen los puntos críticos de acumulación de agua. Un urbanismo más sostenible exige la utilización de nuevos materiales y redirigir los flujos de agua fuera de las zonas habitadas. El Ayuntamiento recién formado tiene una nueva tarea. La naturaleza ha lanzado su advertencia.

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