Una campaña decisiva

Dentro de dos semanas, el domingo 23 de julio, los ciudadanos acudirán a votar para elegir el Parlamento y, en consecuencia, el Gobierno de España para los próximos cuatro años. 

La campaña electoral ha comenzado oficialmente esta pasada medianoche, pero los candidatos ya han protagonizado una intensa precampaña que arrancó al día siguiente de las autonómicas y municipales del 28-M y que se ha caracterizado por una inusual presencia en los programas televisivos de máxima audiencia. 

Aunque, según las encuestas, el resultado más probable sigue siendo una mayoría de PP y Vox, sus opciones se han reducido en los últimos días ante el avance del PSOE y la suma de izquierdas. Esta incertidumbre sobre quien tendrá la capacidad de dirigir el país hace más decisiva la campaña. En este contexto hay que hacer un llamamiento a los partidos para que eviten la polarización y los radicalismos en beneficio de la pedagogía, el contraste de proyectos y el juego limpio.

Dos bloques políticos vienen compitiendo en los últimos meses, codo a codo, para lograr la victoria en la cita del 23-J: por un lado, PSOE y el resto de fuerzas de izquierda y nacionalistas; por otro, PP y Vox. Por ahora, los sondeos ven un Gobierno encabezado por Núñez Feijóo como la opción más probable, aunque lejos de ser una certeza. Es así porque a ambos bloques solo les separan media docena de escaños y porque las encuestas son un ejercicio de aproximación. Esto hace que hoy sea muy incierta la respuesta a las dos grandes preguntas de la campaña: ¿Qué partido y qué candidato mostrarán mayor capacidad de arrastre electoral? ¿Cuáles serán los integrantes de la coalición gobernante? Las espadas están en alto, lo cual redobla el interés de las dos semanas de campaña. Las jornadas que faltan hasta el 23 de julio serán cruciales para trazar el rumbo futuro del país.