Edadismo
En español se utiliza el término ‘edadismo’ para referirnos a la discriminación de las personas basándonos en su edad. También se conoce como ‘viejismo’ o ‘gerontofobia’. Es un concepto construido socialmente, que aplicamos al proceso de envejecimiento humano.
La ONU ha calificado esta discriminación como una sigilosa, pero devastadora desgracia para la sociedad. La Organización Mundial de la Salud, denuncia que el edadismo tiene repercusiones sobre la salud de las personas mayores, principalmente en la depresión y acarrea estados de soledad.
Este término fue acuñado por el gerontólogo estadounidense Robert Neil Bultler en 1969, definiéndolo como un proceso por medio del cual se estereotipa de forma sistemática en contra de las personas mayores por el hecho de ser mayores. De la misma forma actúan el racismo y el sexismo, en cuyos casos es debido al color de la piel, raza o al género. En el edadismo no existe un odio manifiesto hacia las personas mayores, que sí se da en el racismo o la homofobia.
En un informe de la ONU, dice que el edadismo es un problema mundial, que conduce a una pobre salud, al aislamiento social, a muertes prematura y pide actuar con rapidez para aplicar estrategias eficaces contra este problema. Edadismo es el maltrato físico y mental, tratamiento incorrecto en los medios de comunicación, ser objeto de engaños, estafas y manipulaciones, mofas, burlas y menosprecio, falta de asistencia a personas que viven solas etcétera.
E. Cumming y W.E Henry, profesores de la Universidad de Chicago, defendían la teoría de la desvinculación, basada en que las personas mayores se fueran apartando de sus actividades y de la sociedad a medida que van cumpliendo años. Al mismo tiempo, otros investigadores, ente ellos el profesor estadounidense Havighurst, al cual se le atribuye acuñar el término ‘envejecimiento activo’, apuestan por la integración y continuidad de las personas mayores en la sociedad. Los autores de la desvinculación suavizaron sus posturas y reconocieron su error.
El ‘sunamitismo’ se utiliza para definir la teoría contraria al edadismo, y la relación entre generaciones. El término viene de una tribu llamada sunamita. El rey David vivía solo en un gran palacio de Jerusalén y eso preocupaba a sus consejeros dada su avanzada edad. Decidieron que debería tener una compañía para caso de indisposiciones. Una joven llamada Abisag, de tribu sunamita fue la encargada de compartir su soledad y durmiera con él. Fruto de estas relaciones nació el sabio Salomón.
La catedrática emérita Rocío Fernández Ballesteros es una defensora del envejecimiento activo y lo define así : conjunto multidimensional que comprende y trasciende respeto a la buena salud, y compuesto por una amplia gama de factores biopsicosociales, condiciones de salud, funcionamiento físico óptimo, funcionamiento cognitivo, afecto positivo y participación social. El sociólogo Santiago Cambero apuesta por el reconocimiento de los derechos humanos de las personas mayores, independencia, participación, dignidad atención y autodesarrollo.
Combatamos el edadismo y fomentemos un envejecimiento completo de las personas mayores, en el que está incluido la relación entre generaciones.
