El juicio por Giménez Abad
En la Audiencia Nacional comienza hoy el juicio a los etarras Mikel Carrera Sarobe, alias Ata, y Miren Itxaso Zaldua, alias Sahatsa, por el asesinato en 2001 del presidente del PP en Aragón, Manuel Giménez Abad. Se enfrentan a una petición de 30 años de prisión. La vista oral llega cuando se han cumplido más de dos décadas desde que se perpetró el atentado en la zaragozana calle de las Cortes de Aragón. El juicio por el homicidio inmisericorde del político aragonés debe servir de recuerdo a la sociedad española de que es imprescindible que se haga justicia con todas las víctimas, cueste lo que cueste, y de que es una tarea colectiva el seguir desmontando el falso discurso exculpatorio de los sanguinarios terroristas de las bombas lapa, los secuestros y los tiros por la espalda.
El 6 de mayo de 2001 ha quedado inscrito en los anales de Aragón como una fecha especialmente infausta y dolorosa, pues en ella un sicario de ETA acabó con la vida de Manuel Giménez Abad. Ocurrió cuando el político iba andando con su hijo Borja, de 16 años, camino de La Romareda para asistir al partido de fútbol Real Zaragoza-Numancia. Ahora va a comenzar el juicio. Ha costado, pero por fin la Justicia está en condiciones de actuar. El reconocimiento e identificación de los dos miembros de la banda terrorista, que no pudieron ser detenidos hasta mucho después (Mikel Carrera en 2010 y Miren Itxaso en 2020), van a marcar el devenir de la vista.
Frente al indigno intento de algunos dirigentes políticos por alimentar la desmemoria e incluso por blanquear a los herederos de ETA, que nunca han condenado y abjurado del historial de terror que sufrimos los españoles durante casi medio siglo, el inicio de este juicio en la Audiencia Nacional por el asesinato de Giménez Abad es un doloroso recordatorio de que todavía quedan decenas de atentados mortales sin esclarecer.
