Mujeres, otra mirada

Mujeres, otra mirada
Mujeres, otra mirada
Fiorella Balladares

Los datos, como siempre, son reveladores. Las mujeres participan en la política pero no lideran. Actualmente, sólo cuatro mujeres están al frente de alguna de las diecisiete comunidades y de las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. 

Es un 21% y lo mismo sucede a nivel municipal, sólo son alcaldesas el 22%. Una falta de paridad que va continuar tras las elecciones del pasado 28 de mayo, porque ellas eran menos que ellos al frente de las listas. Las que aspiran a alcaldesas en las capitales representan el 31%.

En nuestra Comunidad, por primera vez, las tres capitales de Aragón van a tener rostro de mujer a partir del próximo sábado, día en el que se constituirán los ayuntamientos. Y van ser las tres del mismo partido político, Partido Popular. Zaragoza y Huesca, con nuevas alcaldesas y Teruel, donde ha revalidado su cargo. Este hecho nos podría llevar a pensar que esta legislatura podría ser la de la igualdad. Pero como los datos son tozudos comprobamos que su representación se ha visto mermada en las Cortes de Aragón. La legislatura que termina tenía cinco diputadas más que la próxima a constituirse. De los 67 diputados que habrá en la Cámara, 28 serán mujeres, frente a los 39 hombres. Nos falta por conocer cómo se definirá, tras los posibles pactos, el tablero político territorial, pero parece que ni un tercio de las cabeceras comarcales de Aragón tendrá alcaldesa; ni dos de las tres provincias, que ya se sabe que estarán dirigidas por hombres, la de Huesca y Zaragoza. La conclusión es evidente, el poder territorial en Aragón, poder político y orgánico, sigue siendo, en pleno siglo XXI, cosa de hombres.

Tanto en el conjunto de España como en Aragón, la distribución del poder territorial es cosa de hombres

Si nuestra mirada es nacional contemplamos la lucha, por no decir culebrón, de cómo y porqué no debe ir en las listas de Sumar la todavía ministra Irene Montero. Piensan que ella desde el Ministerio de Igualdad ha utilizado un tono y ha aprobado unas normas que han generado mucho ruido y demasiada contestación. La consideran tóxica y generadora de un profundo rechazo. Pero no se puede olvidar que desde la retirada de Iglesias ella es el rostro más emblemático de los morados. Ahora bien, creo que simboliza algo más. Es la pieza idónea para retirar del juego y generar la sensación de que se pone fin al pasado reciente y se comienza una nueva etapa. Al constatar el resultado de la prueba de fuego que fue el 28-M, Podemos se hundió y la izquierda en su conjunto ha perdido seis autonomías. Si comenzó Podemos con el rostro de Pablo Iglesias estampado en todas las papeletas, para facilitar su identificación, ahora Sumar, pondrá el rostro de una mujer, Yolanda Díaz. Entre sonrisa y sonrisa queda diluido Podemos. Tras pactar con distintos partidos territoriales, recurre a un elemento que permita identificar, con la mirada, con un rápido vistazo, las elecciones de 23 de julio.

Deseo que nuestra mirada se vuelva cosmopolita. Además de mirar lo que sucede en nuestra ciudad, comunidad y país me gustaría que miremos una noticia, no tan destacada como las anteriores. Dice así: "Al menos 82 niñas afganas han sido hospitalizadas tras ser envenenadas en dos escuelas en el norte del país. El ataque se produce después de que el régimen talibán incrementara el control sobre la educación femenina y prohibiera el acceso a las mujeres a secundaria y a la universidad. El Ejecutivo fundamentalista ha prohibido el acceso de las mujeres a la educación secundaria y universitaria desde que retomó el poder, pese a las condenas de organizaciones internacionales. La única educación femenina permitida es la primaria, hasta los 12 años".

Son muy pocas las mujeres que ejercen como presidentas de comunidades autónomas o como alcaldesas de grandes ciudades

Creo que vivimos en un tiempo en el que no nos podemos permitir no mirar fuera de nuestras fronteras. No es tiempo de caer en la indiferencia ante unos gobiernos que impiden que las niñas vayan a la escuela. Y otra vez los datos nos señalan cómo las niñas que reciben educación tienen más probabilidades de posponer el matrimonio y la procreación. Las niñas que cuentan con educación secundaria tienen hasta seis veces menos probabilidades de contraer matrimonio infantil, en comparación con las niñas con poca o ninguna educación.

Siempre me gusta recordar la frase de Nelson Mandela: "La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo". No me gustaría que nos recordaran como la generación que miró para otro lado.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Pilar de la Vega)

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