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  • Editorial

Semanas de negociaciones

Fiesta fin de campaña del candidato del PP a la Presidencia de Aragón, Jorge Azcón, y a la Alcaldía, Natalia Chueca, en el Aura de Zaragoza
Jorge Azcón y Natalia Chueca.
Oliver Duch

El calendario va a marcar, durante los próximos tres meses, una serie de negociaciones entre las fuerzas políticas aragonesas que tienen su principal punto de atención en la presidencia del Gobierno de Aragón, pero que incluyen también la formación de gobiernos en los ayuntamientos, las comarcas y las diputaciones provinciales. 

En medio, la precampaña y la campaña para las elecciones generales complican el diálogo, pero los acuerdos van a ser indispensables y lógicamente pueden incluir a varias instituciones.

La aplicación en los ayuntamientos de la regla de la lista más votada hará que en general no sean necesarios pactos para elegir alcaldes, pero sí para conformar, como parece deseable, gobiernos municipales estables. En el caso de las comarcas, Aragón Existe y el PAR tienen la llave para determinar el color de los gobiernos en un tercio de las mismas. Y la posición de ambos partidos será clave también en el caso de la Diputación Provincial de Teruel, mientras que en la de Huesca el PP tiene asegurada la presidencia, al igual que el PSOE en la de Zaragoza. La ronda de contactos que hoy inicia Jorge Azcón con todos los partidos representados en las Cortes puede ser útil, pero resultará muy difícil que el PP obtenga los apoyos y las abstenciones que necesita para la investidura sin entrar en conversaciones de mayor profundidad con Aragón Existe, con el PAR y con Vox. El 17 de junio se constituirán los ayuntamientos; y las Cortes, el 23, fecha decisiva, ya que ese día la elección del presidente y de la Mesa de la cámara señalará el camino que pueden seguir los pactos de gobierno. Además, a partir de ese momento habrá un plazo de dos meses para investir al presidente del Gobierno de Aragón. Es posible que Azcón y el PP, que anuncian que quieren gobernar Aragón en solitario, prefieran retrasar la investidura más allá de las elecciones generales del 23 de julio, pero apurar los plazos también tendría sus riesgos.

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