Por
  • Julio José Ordovás

Mi generación

Ayuso (con la camiseta de Héroes) en Madrid
Ayuso (con camiseta de Héroes) en Madrid
A. M. V. /E. P.

Hay un momento en la vida en que te das cuenta de que los futbolistas son unos chavalitos, mientras que los políticos tienen la misma edad que tú. 

Eso quiere decir dos cosas. La primera, y la más evidente, es que te has hecho mayor. Y la segunda, que es tu generación, y no otra, la que está dirigiendo el país, la que viaja en coches oficiales, da lecciones de ética y estética y corta el bacalao. Sí, Sánchez, Ayuso, Iglesias y Abascal son de mi generación. La generación de la EGB, la que comía bocadillos de chorizo de Pamplona y sándwiches de Nocilla viendo dibujos animados en la tele, la que se vino arriba con el estreno de ‘Pulp fiction’ y se desmoronó con el asesinato de Miguel Ángel Blanco y el suicidio de Kurt Cobain, la generación del ‘éxtasis’ y el ‘speed’, una generación que llegó tarde a muchas cosas pero que finalmente ha conquistado el poder, lo que no sé es si por méritos propios o porque ha venido a cubrir un vacío ideológico entre otras generaciones o porque ha sabido adaptarse y aprovechar el cambio de paradigma.

Entiendo el rollo ‘punk’ de Iglesias, el rollo ‘indie’ de Sánchez y el rollo ‘makinero’ de Abascal y de Ayuso porque son los rollos de mi generación, que no fue una generación especialmente politizada, salvo por el terrorismo etarra, al menos hasta el 15-M, en que implosionó. Igual me equivoco, pero siempre he pensado que crecimos sin demasiadas certezas, ni políticas ni de ninguna otra clase, y que no nos distinguimos ni por nuestro conservadurismo ni por nuestro progresismo. Ni luchadores ni hedonistas, ni héroes ni antihéroes, ahora lloramos la muerte de Andy Rourke, bajista de The Smiths.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión