Un dato positivo en natalidad
El descenso de la natalidad en España continúa imparable. Entre enero y marzo han nacido 78.534 bebés, cifra que supone un 1,7% menos que en el mismo periodo del año pasado y una pérdida de más del 10% respecto a los que nacieron en los tres primeros meses de 2019, el año previo a la pandemia. En abierto contraste con este panorama generalizado de retroceso en el número de nacimientos, Aragón es la única comunidad donde nacen más niños que antes de la covid. Los 2.337 bebés alumbrados en los tres primeros meses del año son un 2,6% más de los que nacieron en ese periodo de 2019, y el 8% más que el año pasado. Este dato positivo debe actuar como un acicate para seguir interviniendo sobre las causas que están frenando la natalidad tanto en España como en Europa.
La estimación mensual realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) adelanta que, además de Aragón, son solo dos las autonomías donde están creciendo los nacimientos: La Rioja y Madrid. No obstante, en ambos casos el número de criaturas nacidas entre enero y marzo de este año es significativamente inferior al que se contabilizó en ese periodo de 2019. Por provincias, la que proporcionalmente más ha aumentado la cifra de bebés este 2023 ha sido Soria, casi un 17% respecto al año pasado, aunque siguen naciendo menos niños que en 2019. En cambio, Zaragoza, Lugo y Huesca registran ahora más partos que entonces.
Al margen de estas tres comunidades con mejor natalidad, es obvio que el país no recobrará vitalidad demográfica hasta que no intervenga sobre las causas estructurales. Es necesario emprender políticas que mejoren la situación de los jóvenes, tanto en el mercado laboral (reduciendo la precariedad y con mejoras salariales) como en el sistema educativo y el acceso a la vivienda. Se trata de un desafío estratégico de especial importancia.
