Un museo nacional en Teruel
La instalación del Museo Etnográfico Nacional sigue siendo una deuda pendiente con Teruel.
Deriva de un compromiso firme que el Gobierno de la nación anunció y estableció en 2008 pero que no ha dado pasos para cumplir. Parece lógico que la Diputación de Teruel utilice la partida de cuatro millones de euros que le ha transferido Cultura para consolidar el edificio previsto como sede, pero el Ministerio no puede desentenderse del proyecto.
El 7 de febrero del año 2008, el entonces presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, anunció en un acto electoral en Teruel que la ciudad sería la sede del futuro Museo Nacional de Etnografía, un centro que, dijo, «recogerá el legado de las formas de vida del país» y «será un tesoro a la altura de los mejores museos del mundo». La Diputación Provincial cedió al Ministerio de Cultura el antiguo Hogar Comandante Aguado para ubicar el museo, pero desde entonces ningún gobierno central ha avanzado en la puesta en marcha de este compromiso. Un museo nacional de este tipo tendría un evidente interés cultural y social, ya que daría a conocer colecciones de objetos relacionados con la vida cotidiana tradicional que ahora duermen en almacenes. Se habló entonces de los fondos guardados en el Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico de Madrid y de colecciones privadas como la de Julio Caro Baroja. Al transferir a la Diputación una partida de 4 millones de euros destinada al Museo -muy inferior al presupuesto necesario según las previsiones iniciales- el Ministerio parece querer desentenderse del proyecto y dar por saldada la deuda. No puede ser así. Ese dinero podrá servir para consolidar y empezar a restaurar el edificio, pero el estado debe asumir el compromiso y desarrollar completamente la construcción, instalación y gestión de un museo nacional. Eso es lo que se prometió a Teruel y a Aragón y eso es lo que debe llevarse a cabo.
