Por
  • Manuel de Miguel

Los trans, las mujeres y el deporte

Lia Thomas, la nadadora trans de la Universidad de Pensilvania, en una imagen de archivo.
Los trans, las mujeres y el deporte
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La Federación Internacional de Atletismo ha tomado una resolución rotunda, valiente y en mi opinión acertada: los deportistas que han tenido una pubertad masculina no podrán competir nunca en las pruebas femeninas. 

El rendimiento deportivo es similar entre niños y niñas hasta los 11 años, cuando normalmente se produce la maduración sexual y los cambios corporales tan diferentes. Los testículos producen niveles de testosterona veinte veces superiores de media a los de las mujeres, generando mayor masa muscular, capacidad pulmonar, densidad ósea, potencia, fuerza y velocidad. Un tratamiento feminizante posterior con estrógenos no revierte totalmente las ventajas físicas de la pubertad masculina.

Citemos sólo un dato estadístico. En la velocidad pura, los 100 metros lisos, en un año se han registrado más de 10.000 marcas masculinas superiores a la mujer número 1 del ránking mundial.

En la nueva ley trans española basta la mera voluntad para pedir el cambio de sexo en el DNI. Puede provocar problemas graves (en oposiciones, en cárceles, en vestuarios,…), pero en su artículo sobre deporte se somete a las normas federativas, lo que no se encuentra en algunas de las 14 leyes autonómicas. La de Aragón de 2018 garantiza "que las personas transexuales puedan participar en las actividades deportivas de acuerdo a su identidad de género autodeterminada".

La participación de trans en el deporte femenino ha causado ya fuertes polémicas en todo el mundo. En ciclismo los casos son muy numerosos. Hannah Arensmann, una campeona de ciclocross, ha anunciado su retirada en redes sociales: "Cada vez es más desalentador entrenar tan duro para perder contra un hombre".

Merecen el máximo respeto y reconocimiento social las personas trans y los intersexuales, pero en deporte no se puede aplicar el sexo sentido en lugar del sexo biológico. Tienen todo el derecho a practicarlo, siempre podrán participar en pruebas masculinas, muchos defienden competiciones trans. A lo que no pueden tener derecho es a jugar con ventaja y a dañar terriblemente el deporte femenino.

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