¿Hay motivos para estar preocupados?

Cuando uno lee una frase como la que transcribo a continuación, que forma parte de un manifiesto suscrito por 255 personalidades relevantes de la nación española, se le abren las carnes: "Si los propósitos (se refiere a los propósitos del actual Gobierno de Pedro Sánchez) prosperan, estamos a la puerta de un proceso que acabaría destruyendo la nación política española…".

Contiene el manifiesto una denuncia, una advertencia y una llamada a la responsabilidad; denuncia la quiebra del proyecto histórico del PSOE y el desafío constitucional que suponen algunas actuaciones del Gobierno; advierte acerca de la "lógica destructiva" de ciertas iniciativas legislativas que transgreden la separación de poderes y del riesgo de entregar los poderes democráticos a pretendidos líderes y sistemas populistas, que a toda costa se debería evitar. Termina el manifiesto haciendo una llamada a la responsabilidad cívica de aquellos a quienes llama los "silentes" del PSOE, al Partido Popular, a la clase política constitucionalista, a los medios de comunicación, a los prescriptores de opinión, intelectuales y académicos, a los jóvenes y a la sociedad en general para detener la intencionada inercia destructiva de la Constitución que protagonizan el Gobierno, sus socios y sus aliados. Merece la pena leer pausadamente los dos folios de que se compone el documento, así como la lista completa de los firmantes.

El manifiesto, que lleva por título ‘A la sociedad española ante el desafío constitucional’, está firmado por distintas personalidades pertenecientes a la política, a la universidad, al periodismo, a la diplomacia y a significativos sectores de la sociedad, y figuran en él nombres como los de exministros del PSOE (César A. de Molina, Corcuera), de UCD (Rafael Arias, José Luis Leal, Soledad Becerril), del PP (José M.ª Michavila); altos cargos del PSOE, como Joaquín Leguina, Nicolás Redondo, Pedro Bofill; periodistas como Juan Luis Cebrián y Miguel Ángel Aguilar, diplomáticos como Chencho Arias, intelectuales como Trapiello y Savater, Guillermo Fatás.

Conozco a muchos de ellos y sé de su profesionalidad, de su competencia, de su seriedad, de su compromiso político con España. Hasta el punto de que me da mucho que pensar si hay motivos para preocuparse cuando ellos sí que lo están y nos avisan de su inquietud. Cuando además notas una cierta tensión e intranquilidad en el ambiente crece esa preocupación. Y cuesta entender este espeso silencio de la sociedad española, que asiste, quizá inconsciente, a un proceso destructivo de su convivencia sin que haya una reacción más activa.

Hay quien piensa que todo queda al albur de las elecciones que han de celebrarse en este año, aunque puede que para entonces sea ya demasiado tarde. Pero creo que es el momento de alzar la voz por parte de quienes participen de esta preocupación. Como hizo nada menos que Juan Luis Cebrián en su comparecencia en el programa ‘El cascabel’. ¡Quién lo iba a decir! Los firmantes de ese manifiesto no son ‘fachas’ sino ciudadanos españoles preocupados. Y piensan que de verdad hay motivos para estarlo. Yo también lo estoy.