Por
  • María Goikoetxea

El chiringuito feminista y su sucursal aragonesa

Lo importante es seguir avanzando en derechos feministas.
Lo importante es seguir avanzando en derechos feministas.
HERALDO

Al Instituto Aragonés de la Mujer muchas personas lo conocen como IAM, otras lo llaman Casa de la Mujer, confundiéndolo con el servicio de igualdad del Ayuntamiento de Zaragoza y hay algunas que ahora lo llaman ‘chiringuito feminista’ o sucursal aragonesa del mismo. Me gustaría explicaros la realidad de este chiringuito en el que no se sirven cócteles ni está a pie de playa.

De enero a septiembre de este 2022, el Instituto Aragonés de la Mujer ha recibido a través de la línea 900 504 405 -homóloga al 016- un total de 3.110 llamadas, de las cuales 2.239 han requerido movilización de recursos de protección social o lo que es lo mismo, 248 mujeres al mes, 8 mujeres al día (puedo asegurar que no venían a tomarse un mojito). Las asesorías psicológicas han atendido a 1.099 mujeres y a 195 niños y niñas y podría seguir desgranando los datos recogidos en el informe ‘Datos básicos sobre violencia contra las mujeres en Aragón 2022’.

La dureza de esta realidad exige una respuesta contundente desde las instituciones. Por ello, tras una década sin apenas avances, estamos impulsando una transformación que consolide el feminismo como una política de Estado. Nunca antes en la historia de nuestra democracia un Gobierno había invertido tanto en políticas feministas, es decir, en garantizar que más de la mitad de la población tenga todos sus derechos garantizados. Esto sólo puede hacer una sociedad mejor para hombres y mujeres.

En esta línea, el IAM contará para este 2023 con un presupuesto que crece respecto al año pasado en más de un 6%. Un presupuesto total de más de 8 millones de euros que, precisamente, es para reforzar la red de atención a las mujeres y sus hijas e hijos.

Por una parte, reforzamos la guardia social, ampliando el horario y mejorando las condiciones laborales de las trabajadoras. Por otra parte, incrementamos las horas de atención psicológica y también mejoramos la red de recursos habitacionales.

Gracias al Pacto de Estado contra la violencia de género mantenemos los recursos en el medio rural y gracias a la colaboración con las comarcas en los servicios sociales hay psicólogas para atender en el territorio.

La violencia machista tiene sus raíces en las condiciones estructurales de desigualdad que afectan a las mujeres y que tenemos que combatir. Estas violencias no son fruto de la casualidad ni son episódicas: la relación de las mujeres con la violencia es un continuum a lo largo de toda su vida. Es más, las violencias machistas son en plural y van mucho más allá del contexto de la pareja o de las exparejas. Esta reivindicación histórica del movimiento feminista ya ha sido reconocida de forma oficial por las instituciones en España desde este año: ahora se contabilizan también los feminicidios familiares, los sexuales, los sociales y los vicarios.

Es innegable que estamos empujando desde el Ministerio de Igualdad, con Irene Montero a la cabeza, una nueva generación de derechos feministas y, desde Aragón, trabajamos de forma conjunta y coordinada para aterrizarlos en nuestro territorio y poder hacer frente a los nuevos retos y también a aquellos cuyas medidas se han visto insuficientes.

Durante este verano hemos trabajado de forma conjunta con diversos ayuntamientos, de diferentes signos políticos, para poner en funcionamiento Puntos Violetas en las fiestas patronales. Estos puntos ofrecen información y hacen prevención a pie de calle para evitar las agresiones sexuales. Además, están preparados para atender psicológicamente si se produce una agresión.

El abordaje de las violencias sexuales es una prioridad para el Ministerio y también para el IAM. En Aragón, hemos recibido 184 llamadas cuyo motivo era la agresión sexual. Gracias al presupuesto del 2023, el Instituto Aragonés de la Mujer incluirá entre sus servicios uno nuevo, un equipo para la atención integral a las mujeres víctimas de violencia sexual.

La Ley del ‘solo sí es sí’ es una ley pionera porque pone el consentimiento en el centro y aborda de forma integral la violencia sexual, además incluye la reparación de las víctimas tras una agresión. Es importante castigar al agresor, pero no lo es menos garantizar una vida digna a la sobreviviente, evitando cuestionamientos y revictimizaciones.

Son días de ruido, de violencia política … basta ya, no nos olvidemos de lo importante y sigamos trabajando juntas, avanzando en derechos feministas y justicia social.

Llámalo IAM, llámalo Casa de la Mujer, llámalo chiringuito feminista si quieres, pero si lo necesitas, llámanos 900 504 405.

María Goikoetxea es directora del #Instituto Aragonés de la Mujer (IAM)

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