La reclamación lanzada ayer por el presidente de Aragón, Javier Lambán, de incrementar tanto la financiación como el número de médicos para resolver las carencias que presenta el sistema sanitario, atiende a una petición reiteradamente planteada que exige ser resuelta para garantizar la calidad del modelo. 

Afectados por una problemática nacional, que describe la necesidad de una revisión estructural, el presidente se muestra dispuesto a impulsar una demanda que, tal y como él mismo apuntó, no podrá solucionarse a corto plazo. Por todo ello, urge que se tomen las medidas necesarias a la mayor brevedad. La atención sanitaria, uno de los pilares del estado de bienestar, debe ajustarse presupuestariamente a las necesidades asistenciales.

La solemne apertura del año académico en la Universidad de Zaragoza sirvió ayer para que el presidente Lambán insistiera en su demanda de incrementar el actual número de facultativos. Después de que anunciará en la Universidad San Jorge su deseo de que se amplíe en un diez por ciento los alumnos que anualmente ingresan en la facultad de Medicina, Lambán ha continuando dando forma a una reclamación que requiere una mayor financiación –una exigencia que elevó directamente al Ejecutivo central– y también una revisión del número de plazas de residentes. El problema de la falta de médicos no es una cuestión que únicamente preocupe a Aragón. En toda España la radiografía del sistema describe una realidad pareja, una evidencia que en caso de no corregirse puede dañar la calidad de los niveles asistenciales. La financiación es, nuevamente, el nudo gordiano de un problema, que como en otros tantos asuntos relevantes que afectan a la Comunidad, se comprende sobre una dotación insuficiente que debe ser revisada.