Adjunto a la Dirección de HERALDO DE ARAGÓN

Homenaje a los olvidados

Homenaje a los olvidados
Homenaje a los olvidados
POL

Atesoro un libro dedicado a uno de los gigantes de la edición liberal europea. 

Me lo regaló otro letraherido, Eloy Fernández Clemente, último Premio Aragón. ‘Coloquio con Giulio Einaudi’ (1994) revela cómo este obstinado italiano se convirtió en leyenda por publicar con fidelidad a una política editorial en la que creía por encima de todas las cosas. Einaudi tenía la capacidad para descubrir autores (desde Pasolini a Italo Calvino) y crear con ellos un ambiente cultural y de compromiso político a la altura de su impresionante catálogo. Entendió que su tarea era generar cultura y no solo distribuirla. Él, que sufrió los totalitarismos de Mussolini y de Hitler, luchó siempre por una sociedad tolerante.

Los españoles nos hemos hecho ciudadanos (democráticos) a partir
de determinadas lecturas

Su impronta y la de otros como Gaston Gallimard puede rastrearse en varias iniciativas surgidas durante la España franquista. En plena dictadura, un grupo de hombres y mujeres descubrieron que la edición literaria y humanística podía ser un insospechado proveedor civil de pensamiento y conciencia, un vehículo para transformar la realidad desde dentro de la realidad. Así había concebido ya la edición Ortega y Gasset antes de la guerra civil con ‘Revista de Occidente’ y así lo harían otros fundando o liderando proyectos, en la Península y en América, como Fondo de Cultura Económica, Losada, Alianza, Seix Barral, Taurus, Guadarrama, Ariel o Tecnos. ¿Quién no ha leído algún Libro de Bolsillo de Alianza Editorial? ¿Cuántos millones de españoles descubrimos en sus páginas a Camus, Proust, Freud, Nietzsche, Hesse o Max Weber?

Todos aquellos editores y otros que llegaron después contribuirán a acabar con un país ajeno a la modernidad cultural que había resucitado en Europa tras la victoria sobre los fascismos. Interiorizan el papel de ser instrumento de agitación civil y política, de modernización integral a través de la multiplicación de las minorías cultas para acabar con el recelo al cambio, la rutina mental conformista, la intolerancia a las soluciones pactadas.

A la largo de la Transición cuajó una operación profundamente democratizadora del saber en la que participaron muchos intelectuales, profesores y editores. Hoy, que se celebran ferias del libro por toda España, hay que rendir homenaje a aquellos corajosos editores y también a los que en la actualidad, a despecho de nuestra ‘civilización del espectáculo’ (Vargas Llosa ‘dixit’), se juegan hasta la camisa para publicar pequeñas joyas. Ahora, su encomienda ha cambiado. Ya no tienen dificultades policiales y legales. Sin embargo, su tarea social no es menor porque tienen que lidiar con la fragilidad inherente a todo proyecto editorial que antepone la necesidad de enriquecer el debate público a la de obtener rendimientos económicos inmediatos. No es un empeño sencillo: baste recordar que el propio Einaudi se vio obligado a vender su editorial a Berlusconi (Mondadori) en 1994.

Unos editores semidesconocidos pusieron y ponen
en nuestras manos libros, periódicos y revistas para hacernos más libres y cultos

El testigo de aquella generación de la Transición lo han cogido unas cuantas editoriales de las más de 3.000 que hoy se contabilizan en España. Entre los 90.000 títulos que se publican cada año, destacan los que nacen desde la convicción de que los editores mediocres sólo multiplican el número de títulos, pero los buenos aumentan el de los lectores realmente libres. Entre estos últimos figuran los patrones de Prensas de la Universidad de Zaragoza, que cumple cuarenta años de vida. Como dice su director, Pedro Rújula, la Universidad "en los albores de su andadura democrática concibió la existencia de una potente editorial como una de las señas de identidad de su proyecto". Las referencias fueron Oxford y Cambridge University Press. El resultado, según el profesor José Luis Rodríguez García, un "catálogo que no tiene parangón con ningún otro de cualquier universidad española". ‘Gaudeamus igitur’.

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