Con el desfile militar que preside el Rey, Huesca tiene la satisfacción de convertirse en el centro de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas.

 Y coincidiendo con la reapertura del cuartel Sancho Ramírez, cuya actividad vendrá a consolidar el vínculo de la capital altoaragonesa y de todo Aragón con los Ejércitos. Los españoles aprecian el trabajo de nuestras Fuerzas Armadas y las autoridades deben dotarlas de los medios necesarios para que, junto a los aliados de la OTAN, desarrollen sus misiones con eficacia en un contexto en el que, como vemos en Ucrania, no faltan amenazas.

Huesca, que se movilizó para evitar el cierre del cuartel Sancho Ramírez, que hubiera supuesto un duro golpe económico para la ciudad, ha conseguido volver a servir de base para la actividad de importantes unidades militares. Y esa renovada relación de la capital del Alto Aragón con el Ejército recibe un sello especial con la conmemoración en sus calles del Día de las Fuerzas Armadas. Los oscenses han seguido con interés estos días los diversos actos de esta celebración, que tiene su momento más espectacular, tras el emotivo homenaje a los caídos, con el desfile presidido por el rey don Felipe y en el que participan más de tres mil soldados.

En las últimas décadas, nuestros militares se han distinguido por su buen hacer en un amplio número de misiones internacionales, desde Centroamérica a Afganistán o desde Mali al Líbano, y en este momento forman parte del despliegue con el que la OTAN ha reforzado su flanco oriental para hacer frente a la amenaza que supone la invasión de Ucrania por Rusia. Así mismo, han demostrado su disponibilidad como apoyo a la sociedad en todo tipo de situaciones de emergencia, como se ha visto durante la pandemia. En correspondencia, los españoles valoran de manera muy positiva el esfuerzo y la profesionalidad de unos militares que se han preparado técnica y humanamente para la defensa de nuestro país. Y esa relación entre la sociedad española y sus Fuerzas Armadas se hace particularmente estrecha en Aragón, que cuenta con algunas de las instituciones, unidades e instalaciones más destacadas de los Ejércitos de Tierra y del Aire.

La guerra de Ucrania vuelve a demostrar que vivimos en un mundo peligroso, en el que el mantenimiento de la paz y de la libertad requiere disponer de medios para hacer frente a quienes amenazan esos valores. Un país democrático como España no puede eludir ese compromiso, sino que debe contribuir a la defensa común de Europa y de Occidente proveyendo de manera adecuada a sus Fuerzas Armadas. Los hombres y las mujeres que hoy desfilan ante el Rey y ante la bandera de España, arropados por los ciudadanos de Huesca, merecen el aplauso y el aprecio de todos los españoles.