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  • Editorial

Ampliación de Plaza

El presidente aragonés, Javier Lambán, y el representante de Cipsa Norte, Félix Llorente, se estrechan la mano tras firmar el convenio, que también ha rubricado este miércoles la consejera de Economía, Marta Gastón.
El presidente aragonés, Javier Lambán, y el representante de Cipsa Norte, Félix Llorente, se estrechan la mano tras firmar el convenio, que también ha rubricado este miércoles la consejera de Economía, Marta Gastón.
José Miguel Marco

El Gobierno de Aragón ha firmado un convenio con Wilcox para ejecutar una nueva ampliación de Plaza. Este grupo inmobiliario promoverá, a través de Cipsa Norte, más de 200 hectáreas de su propiedad frente al club La Peñaza. La urbanización podría comenzar a principios de 2023 y compatibilizarse con la instalación de compañías que han mostrado su interés por la plataforma logística, que ha agotado las parcelas de gran tamaño. El presidente Lambán justifica que se recurra a la colaboración público-privada porque no hay fondos públicos para urbanizar los terrenos en manos de la inmobiliaria. Ahora bien, esta alternativa exige que la Administración esté vigilante para que la recalificación a un operador privado no impida que esos suelos estén siempre a precios competitivos. 

A diferencia de las operaciones logísticas de las dos últimas décadas, esta vez la DGA no será la impulsora del desarrollo de las 217 hectáreas, sino que una empresa privada se encargará de la millonaria inversión para atender la demanda de parcelas de más de 50.000 metros cuadrados. El Gobierno de Aragón hará posible la recalificación de los suelos y, además, acortará los plazos administrativos con la tramitación de un Plan de Interés General de Aragón (PIGA) y contribuirá a sufragar los servicios. A cambio, obtendrá una cesión del 20% de los terrenos resultantes, 31,5 de las 157 hectáreas netas, el doble de lo fijado por la Ley del Suelo.

Hace bien el Ejecutivo aragonés en facilitar la ampliación de Plaza, pero debería hacerlo de la mano del ayuntamiento donde se localizan los terrenos, el de Zaragoza, que ha quedado al margen. Además, tiene que asegurarse de que no se generan problemas en el futuro: ninguna empresa puede tener problemas para instalarse por el precio del suelo.

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