Sandra Barneda: "Hay quien medita, yo escribo para estar conmigo misma"

La periodista barcelonesa firmó ejemplares de su novela 'La tierra de las mujeres' en Zaragoza.

Sandra Barneda.
Sandra Barneda
Laura Uranga

La periodista Sandra Barneda (Barcelona, 1975) firmó ejemplares este miércoles en El Corte Inglés de su nueva novela 'La tierra de las mujeres' (Suma de Letras). Barneda alterna su profesión de presentadora de televisión, al frente del programa 'Un tiempo nuevo' de Telecinco, con la literatura, un refugio en el que sigue creciendo como escritora.


¿Viajar es siempre huir hacia delante, es una forma de detener el tiempo?

No, al contrario. Viajar es una forma de enriquecerte, te hace valorar muchas cosas que no sabes de ti, de tu entorno y del resto. Es una forma de relativizar muy buena.


Esta novela, ¿es también una vuelta a sus orígenes, un reencuentro con el pasado para construir un futuro?

'La tierra de las mujeres' habla de comprender, de querer saber más cosas sobre tu propia familia, de tratar esos secretos y mentiras que se encuentra la protagonista, también de descubrir qué cosas hay que creías que eran tuyas y que en realidad no lo son, y que a lo mejor forman parte de los gustos de tu padre, de tu madre o de tu abuela, pero no son tuyas.


La historia se desarrolla en Nueva York, Barcelona y, sobre todo, en La Muga, en el Ampurdán. ¿Es realmente una tierra de mujeres tal como la describe?

Creo que los pueblos pequeños de Europa que se resisten a que la tecnología y la modernidad llegue siguen conservando ese espíritu de matriarcado que está muy latente. A lo mejor no tienen un protagonismo de primera fila pero desde la segunda no veas cómo lideran.


¿Qué papel juegan Kate y Adele, las hijas de Gala en su libro?

Como el resto de personajes, son elementos importantes para que vaya avanzando la historia. Adele es la inocencia, por un lado; y Kate la rebeldía, por otro. Kate está en plena adolescencia y Adele tiene ocho años. En la novela son el yin y el yang, como el ángel y el demonio, de lo que le sucede a la madre en esa aventura de ir a una tierra que no conoce, donde va a descubrir muchas cosas de su familia.


¿Hay sitio para el amor en ese viaje?

Siempre digo que 'La tierra de las mujeres' es una gran historia de amor estructurada en pequeñas historias de amor. Todos los protagonistas de esta novela viven el amor desde la edad que tienen: la adolescencia, la madurez, la senectud... incluso las ausencias de seres que has amado y has querido tanto.


¿Le han dicho muchas veces que 'La tierra de las mujeres' recuerda un poco a 'Atando cabos', de Annie Proulx?

Es la primera persona que me lo dice. La conozco pero no la he leído. ¡Qué bueno! Tomo nota.


¿De dónde saca tiempo para escribir?

De debajo de las piedras. La verdad es que escribir me compensa porque es un ejercicio hacia adentro y yo estoy siempre hacia afuera. Me conecta mucho con la soledad. Hay quien medita, yo escribo para estar conmigo misma.


Tras el viento y la tierra, ¿hacia qué elementos nos llevará su próximo libro?

La cuatrilogía está basada en los cuatro elementos: 'Reir al viento' hablaba de otro tipo de viaje: cojo la maleta, me voy, me descubro, hago locuras y me reinvento a mi misma. En 'La tierra de las mujeres' llego a una tierra que resulta que es mía, aunque no la conozco, descubro secretos y mentiras y conecto con mi familia. Luego vendrá el agua, que también será un viaje transformador pero marcado por el elemento agua. Y luego, cómo no, el fuego.


Escribir, leer... ¿también es una forma de viajar para usted?

Es una forma de viajar, de relajarte, de conocerte... Escribir también es muy terapéutico porque creo que hay una parte en que uno escribe desde el inconsciente. Tratas cosas o perfilas personajes desde un lugar donde estás sanando o tocando algo. Por eso hay veces que no puedes dormir... o hay un personaje que te toca más que otro. Tanto en 'Reir al viento' como en 'La tierra de las mujeres' sané cosas de mi interior. He crecido mucho emocionalmente con estas dos novelas. Y espero seguir creciendo.