Salma Hayek y Julie Gayet, cita de altura en Cannes

Dos mujeres de cine que han seducido al clímax de los poderes político y económico de Francia.

Julie Gayet
Salma Hayek y Julie Gayet, cita de altura en Cannes
Reuters

El Festival de Cannes reunió a orillas del Mediterráneo a la actriz y productora mexicana Salma Hayek y a la francesa Julie Gayet, dos mujeres de cine que han seducido al clímax de los poderes político y económico de Francia.


Hayeck, esposa del multimillonario francés François-Henri Pinault, presentó la película de animación en desarrollo "The Profet" acompañada por Gayet, a quien se le atribuye un romance con François Hollande que llevó al presidente de Francia a separarse de la primera dama, Valérie Trierweiler.


La presentación, durante la 67 edición del certamen de la Costa Azul francesa, contó con la mejor promoción posible, arropada además por un elenco de estrellas como el actor francés Gérard Depardieu y los cineastas mexicanos Gael García Bernal y Alfonso Cuarón.

La cinta, según los extractos mostrados, es un trabajo coral de nueve directores de animación y basado en la obra de poeta libanés Kalil Ghibra, país de nacimiento del padre de Hayek, y constituye un relato caleidoscópico y simbólico sobre un poeta encarcelado y una niña traviesa.


Aunque se trata de una coproducción audaz, envuelta en diferentes técnicas de animación de autor, la atracción que despertó la presentación no tuvo tanto que ver con el séptimo arte, sino con el interés que genera Hayeck y el resto de estrellas, sobre todo Gayet.


La francesa, de 41 años, se hizo mundialmente célebre el pasado enero, cuando un "paparazzi" destapó su romance con el presidente de Francia, que convivía entonces con Trierweiler.


En estos meses, la actriz y productora francesa ha sido extremadamente discreta, se ha dejado ver poco y solo en eventos cinematográficos, mientras que la prensa del corazón y la seria han dado cuenta de su supuesto distanciamiento de Hollande.


La que provocó un cataclismo sentimental -y protocolario- en el Palacio del Elíseo, no participa en el filme de animación, pero acompañó a Hayek en su ceremonia con la lectura de un poema de amor, sin que se le pudiera preguntar en quién pensaba mientras declamaba.


Gayet es una persona "extremadamente inteligente y con un gran alma", en palabras de la mexicana, antes de que su voz suave acariciara la sala de proyecciones.

La presencia de Gayet dejó un perfume de intriga política en el cine, no menor que el de glamour y fortuna que destiló Hayek.


Inolvidable por papeles como el de "Frida", su hechizo también trasciende al cine. En 2009 se casó con François-Henri Pinault, padre de su hijos y una fortuna de unos 11.000 millones de euros y levantada hace medios siglo por su padre, François.


A los 16 años dejó de estudiar para trabajar en el aserradero familiar y con diez años más pidió un préstamo para crear Establecimientos Pinault, su propia empresa maderera.


El negocio evolucionó, con astucia en el casino bursátil e intimidad con los jefes de Estado, y se convirtió en un tejido de distribución y venta y que engrosaba las arcas de Pinault.


El empresario, con cuentas en paraísos fiscales, vendimiaba suculentas plusvalías comprando y vendiendo empresas como la revista Le Point, el club de fútbol de Rennes, un parque inmobiliario descomunal, el grupo Buygues y la televisión más vista de Francia, TF1.


También se hizo con la casa de subastas Christie's, contrafuerte de su famosa colección de 2.500 obras de arte contemporáneo que se exhibe en Venecia y que van desde los renombrados Jeff Koons y Damian Hirst a los "happenings" de Marc-Antoine Léval o el videoarte de Bill Viola.


Todo aquello es hoy el grupo Kering, un coloso especializado en moda y lujo que controla marcas como Gucci, Yves Saint-Laurent, Balenciaga, Alexander McQueen o Stella McCartney que ahora controla François-Henri, de 51 años, y quien, al contrario que su padre, disfrutó de la mejor educación académica de Francia.


Después cobró su primer sueldo en Estados Unidos y volvió a casa para ascender en el grupo familiar desde el mostrador hasta que su padre le dio -literalmente- la llave de oro del emporio.


Parte de esa fortuna ha financiado el largometraje que hoy dieron a conocer en la Costa Azul francesa.