Javier de Lucas: "La sociedad ha aprendido a sobrevivir a base de reírse de sí misma"

La realidad de hoy en España, ¿en qué película podría reflejarse?

‘La escopeta nacional’, una parábola muy exacta e incluso edulcorada. Para un análisis más complejo de lo que ha sido la implicación de la política nacional con las finanzas y el abuso de poder, podríamos nombrar cintas extranjeras como ‘Las manos sobre la ciudad’ o ‘El Padrino III’, pero también la española ‘Bienvenido Míster Marshall’. El discurso de Pepe Isbert en esa película y la acogida al alcalde de ‘Amanece que no es poco’ muestran esa separación con la ciudadanía, esos discursos vacíos de los políticos.

Habló ayer en Jaca de series, ¿cuándo cambiaremos de temporada en la realidad?

Vivimos más en un ciclo en el que no hay nuevas temporadas. En los dos últimos años, iban a cambiar los actores sociales, el país iba a ser el reino de la democracia directa y los movimientos sociales… No creo que vayamos a cambiar de temporada desde el punto de vista del juego político.

El antagonista, el malo malísimo, tiene un papel fundamental en cualquier historia, ¿quién es en la política española?

Hay varios aspirantes, pero hay uno que tiene todas las papeletas: Mariano Rajoy.

Los buenos pueden pasar a ser malos, ¿y viceversa?

Todo es cuestión de tiempo. La memoria en tiempos tan acelerados es mucho más frágil, aunque quede más constancia. Todo depende de circunstancias azarosas e imprevisibles. Por ejemplo, Varufakis era el malo para la troika y para gran parte de su país y puede acabar convirtiéndose en el bueno, en el perdedor que se sacrificó a sí mismo.

¿Qué tiene el órdago independentista de realidad... o de ficción?

Tiene mucho de realidad, pero de realidad de la peor política. En mi opinión, Mas no se cree el proyecto soberanista. Está forzando a todo el mundo, con una habilidad indiscutible, solo para sobrevivir. Y no duda en sacrificar a todo lo que se cruza por delante, incluida su propia coalición y su propio partido. Pero Mas no tiene ideales.

Si la crisis no hubiera llegado, ¿hubiéramos seguido en una comedia por siempre, no habría llegado el drama?

Los españoles, para el resto del mundo, somos el caballero trágico que no sabe reírse. Yo creo que es un cliché superado desde el punto de vista de la sociedad civil, que ha aprendido a sobrevivir a base de reírse de sí misma y a convertir todo lo que tenía visos de ser una tragedia lacrimógena en un melodrama, cuando no directamente en comedia.

Los Consejos de Ministros se celebran los viernes. ¿Son como una de terror, como ‘Viernes y 13’?

Es una buena idea, no la había pensado. Pero yo pienso que todo es tan ridículo que al final no dan miedo. Muchos de sus movimientos mueven a la risa, no al terror.

¿Se puede aprender política viendo ‘Juego de Tronos’?

El cine sí se ha ocupado prácticamente de todos los problemas y todas las dimensiones de la política. No me parece que con esta serie se pueda aprender de política, enseña más sobre un tipo de intrigas y rivalidades. Para esta cuestión, hay otras series mejores como ‘House of Cards’ o ‘El ala oeste de la Casa Blanca’.

Es usted catedrático de Filosofía Política. ¿Se puede filosofar de política?

Mire, la filosofía es irreemplazable, por mucho que a veces se haya dictado su muerte. La necesidad de preguntarse, de no aceptar lo que se nos da por evidente, de saber manejar la ironía, existe.

¿Y la ética política?¿Existe?

Tiene una ética propia. Es una cuestión complicada, pero por supuesto que sí.

Y usted, ¿qué ve en la televisión?

Veo muchísima tele y muchísimas series. No me gustan las series españolas que se emiten en este momento. Estoy en la moda de las series escandinavas, sobre todo que combinan lo policial con cierta intriga política, como ‘Borgen’, ‘El puente’ o ‘The killing’.

Qué prefiere: ¿‘thrillers’ políticos o ‘realities’?

¡Nunca he visto un ‘reality’!