letras aragonesas. ocio y cultura
"Estamos en la Edad de Oro de las letras aragonesas en géneros, autores y libros"
Escritores, profesores y críticos analizan el gran momento de la producción literaria en Aragón y su impacto nacional en vísperas de San Jorge
ZARAGOZA. Es un secreto a voces: algo excepcional está sucediendo con la literatura aragonesa. Es objeto de estudio, de reseñas, de monográficos y cada día aparecen nuevos nombres, y con ellos títulos, sellos editoriales, ciclos literarios, ferias del libro. Y, sobre todo, lectores, que son capitales: el otro lado del espejo, tan imprescindible y estimulante. «La literatura en Aragón está viva, bulle. En mi vida de escritor, ya larga, no había conocido un momento tan expectante. Y eso que estamos en una Comunidad con pocos habitantes, lo que es una barrera para el negocio editorial», dice el escritor y premio de las Letras Aragonesas Félix Teira.
El escritor, crítico y bibliófilo Pepe Melero lo tiene claro: «Es el mejor momento de las letras aragonesas en toda su historia. Tenemos mucho y bueno, y para todos los gustos: novelistas muy literarios, de una extraordinaria calidad, ensayistas excepcionales, poetas que ganan algunos de los premios más exigentes, autores de ‘best sellers’ o superventas con un éxito apabullante, autores de novela histórica, de novela negra… Y profesores que publican ensayos académicos de una gran altura (el último, estos días: ‘Ni una, ni grande, ni libre’, de Nicolás Sesma). Desde luego, esta es sin duda la Edad de Oro de nuestras letras», opina.
Autores de aquí y de allá
Juan Villalba Sebastián, escritor y crítico literario de HERALDO, suscribe esa idea y le da el sesgo turolense: «Sí, estamos en una Edad de Oro de las letras aragonesas en todos sus géneros. Me centraré en turolenses en concreto y diré que nunca se ha escrito tanto y tan bien. Por citar solo unos ejemplos: ahí están los nombres de Javier Sierra o Angélica Morales y los poetas de la Plataforma de Poetas por Teruel». Ana Alcolea, escritora y Premio de las Letras Aragonesas, asume esa idea de partida y le añade un toque de humor: «Desde hace unos años se está viviendo un momento dulce en la literatura aragonesa. Los años del programa ‘Invitación a la lectura’, del escritor y profesor Ramón Acín, dejaron un poso del que se recogen ahora sus frutos. También creo que tiene que ver el alto nivel del profesorado de la Facultad de Letras, donde varios de nuestros escritores han estudiado. Y el cierzo también debe de tener algo que ver, seguro: nos hace mirar hacia dentro».
Sergio del Molino.
Publica 'Los alemanes' (Alfaguara) con el que acaba de ganar el premio Alfaguara. Una historia que gira alrededor de los alemanes de Zaragoza.
Ángela Labordeta, escritora y columnista de ‘El Periódico de Aragón’, coincide con esta visión general y añade un curioso detalle: «Sin duda, estamos ante un momento importante de las letras aragonesas y creo que el buque insignia de toda esa maravilla es ‘El infinito en un junco’ de Irene Vallejo. Tenerla entre nosotras es un lujo por su obra, por su talento y por su bondad».
Pedro Bosqued, escritor también y crítico literario de HERALDO, incorpora un detalle muy interesante: «Al margen de lo que se opine desde Aragón, en toda España se menciona, y te lo comentan a nivel privado, la alta creatividad literaria que tenemos. El ‘ratio’ de publicaciones por habitante, las editoriales, las librerías, las bibliotecas, los espacios que las distintas fundaciones ponen al servicio del libro. Cada día hay varias presentaciones, es un estado palpitante, una suerte que tanto trabajo tenga tan buenos frutos. No solo en la ficción, también en el ensayo».
El novelista histórico incorpora aquí un matiz personal: «Para el éxito actual han confluido al mismo tiempo casi todos los elementos esenciales del universo del libro. En mi caso, fue determinante que abriera la biblioteca pública en Borja cuando yo era niño y lo extrapolo a la magnífica red de bibliotecas del resto de Aragón. Que dispongamos de tantas librerías de referencia es la siguiente piedra clave; porque fomentan la lectura y también la escritura. Contamos con un buen número de editoriales que permiten que sea factible algo tan difícil hoy en día como publicar. Y es imprescindible resaltar el apoyo de los medios de comunicación», asegura.
I. Martínez de Pisón
Su novela coral, que transcurre en la posguerra en Madrid, 'Castillos de fuego' (Seix Barral) fue elegido por la crítica como la mejor novela de 2023.
Casi todos coinciden en un buen puñado de nombres y en otro aspecto: la pluralidad de autores, de géneros y de opciones estéticas. «Estamos en un buen momento en todo: hay importantes editoriales nacidas en Aragón, también de libros para niños, autores de renombre nacional e internacional», dice Ana Alcolea. Félix Teira subraya: «Destaco el número de narradores y poetas. De esa exuberancia saldrán grandes escritores. El apoyo institucional lo volcaría en la promoción y dotación de las bibliotecas, desde la más humilde de una pequeña localidad hasta las más grandes». Pepe Melero completa esta reflexión: «Hay grandes escritores en todos los géneros. También hay más editoriales que nunca y algunas de ellas como Jekyll & Jill, Xordica, Olifante, Pregunta o Contraseña están obteniendo algunos éxitos notables con libros de Raúl Quinto, Marta Borraz, Daniel Gascón, Miguel Mena o Gonzalo Fontana».
Quizá una de las grandes dificultades o pruebas de fuego es dar el salto a las editoriales nacionales: «Esa frontera autonómica es más difícil de romper, la gran mayoría de nombres no pasan el filtro para llegar a la literatura nacional. Sin embargo, los que lo consiguen ocupan lugares de privilegio en ella, ahí están los nombres, por ejemplo, de Irene Vallejo, Pisón, Vilas, Sánchez Vidal o la revista ‘Turia’, por citar algunos», explica Juan Villalba.
Félix Teira, que acaba de publicar ‘Milenials’ en Funambulista, recuerda que muchos autores ya publican en sellos nacionales: cita a «Luz Gabás, Luis Zueco, José Luis Corral, Ana Alcolea, Sergio del Molino, José María Conget, Miguel Mena, María Frisa, Pisón. Y sé que me dejo una docena», dice. «Muchos escritores aragoneses publican en Seix Barral, en Siruela, en Alfaguara… y eso asegura una notable cobertura mediática –apuntaMelero–. No es discutible que libros como ‘El infinito en un junco’ de Irene Vallejo, ‘Castillos de fuego’ de Ignacio Martínez de Pisón, ‘Ordesa’ de Manuel Vilas, ‘La España vacía’ de Sergio del Molino y algunos ensayos académicos de José-Carlos Mainer y Julián Casanova han cambiado el panorama de las letras aragonesas».
Manuel Vilas
Ha sido finalista del Planeta con 'Alegría' y ganó el premio Nadal con 'Nosotros', una historia de amor, viaje y locura.
Aragón, tierra de lectores
A todos estos libros, Pedro Bosqued añade «el recién llegado ‘Los escorpiones’», que como aquellos «seguirán estando en muchos domicilios cuando acabe este siglo». Félix Teira suma al listado ‘Un hipster en la España vacía’ de Daniel Gascón. Y Luis Zueco apostilla: «El éxito del Día del Libro es el mejor reflejo del excelente momento de las letras aragonesas. Aragón es una tierra de lectores, hasta en el pueblo más pequeño se lee y hay un club de lectura. Y, por supuesto, tenemos referentes que te inspiran y te motivan. En este siglo XXI hay obras que han abierto camino para el resto de escritores y escritoras, a nivel nacional e internacional, como por ejemplo ‘El Cid’ de José Luis Corral y ‘La cena secreta’ de Javier Sierra», que el autor de ‘El tablero de la reina’ suma a libros como ‘Ordesa’ de Manuel Vilas y ‘El infinito en un junco’ de Irene Vallejo, ya citados. Ana Alcolea añade otros dos títulos: ‘El día de mañana’, de Ignacio Martínez de Pisón, y ‘Las madres negras’, de Patricia Esteban Erlés. Ángela Labordeta declara que «Aragón es un gran escenario de arte, la cultura alimenta y los libros nos mejoran».
La lista de autores que están publicando fuera de Aragón sería, además de los citados, Soledad Puértolas, Antonio Iturbe, Javier Sebastián, Francisco Ferrer Lerín, Joaquín Berges, Inés Plana, Julio José Ordovás, Pilar Almarcegui, Juan Bolea, Magdalena Lasala, Pilar Nasarre, Ismael Grasa, Ángela Labordeta, Ana Rioja, Aloma Rodríguez, Cristina Grande, María Pérez Heredia, Ricardo Lladosa, Miguel Ángel Ortiz Albero, Antonio Ansón, Miguel Serrano, Fernando Sanmartín, Mariano Gistaín, María Pilar Clau, F. M. López Serrano, María Zabay, Ángeles de Irisarri, etc. La lista, como se pueden imaginar, es más larga.
