'Elogio de las manos', la habilidad de rebelarse contra el tiempo

Jesús Carrasco reivindica el trabajo artesanal y la importancia de lo doméstico en su nueva novela.

El autor presentó el pasado jueves su novela en Zaragoza
El autor presentó el pasado jueves su novela en Zaragoza
Oliver Duch

El jurado del Premio Biblioteca Breve 2014 destacó que la obra ganadora de este año, ‘Elogio de las manos’, de Jesús Carrasco (Olivenza, Badajoz, 1972), es «una novela curativa y luminosa que narra el proceso de restauración de una casa en el campo que termina redimiendo a la familia que ocupa. Una hermosa parábola humana sobre la importancia del trabajo manual como origen último del arte».

Carrasco, que en 2013 deslumbró en el panorama literario con ‘Intemperie’, ha consolidado después su camino como autor con ‘La tierra que pisamos’ (2016) y ‘Llévame a casa’ (2021). Publica ahora ‘Elogio de las manos’, una cuarta novela en la que establece el paralelismo de mantener una casa que se sabe que va a ser derruida con la vida misma, con sus grietas, sus remiendos y apaños, que son metáfora de nuestra existencia.

Con la certeza de que estamos aquí de paso, el escritor ha trazado una senda que en un principio iba encaminada hacia un ensayo sobre lo manual, y que finalmente se hibrida con la ficción, el cuaderno de campo o el diario para construir lo que Carrasco llama una «novela doméstica», un original relato tejido desde la observación cercana del autor, quien escribe y describe aquello que ve, siente y vive en el día a día, sin necesidad de ir más lejos ni de realizar viajes a lugares remotos para encontrar una historia que conecte con el lector, quien también va a verse reflejado en la narración, en el protagonista y en la familia que frecuentan esa casa ubicada en un pequeño pueblo del sur, una vivienda que reparan y que habitan los personajes aun sabiendo que esta va a desaparecer.

Hay mucho de construcción en esta obra, pues escribir es, en suma, levantar una casa, mantener una estructura de capítulos, de párrafos, de palabras que lucen sobre páginas encaladas...

‘Elogio de las manos’ nace de la inquietud del escritor por indagar sobre cómo se percibe el cuerpo y el trabajo manual. Este interés se plasma a través de diversas referencias literarias, cinematográficas y artísticas que aparecen a lo largo del libro, donde también hay un ejercicio metaliterario, se habla del proceso del propio libro al que, como un artesano, va dando forma Carrasco.

«En cierto modo esta novela se levanta un poco contra el tiempo que nos ha tocado en suerte. A mi alrededor aprecio un cierto mar de fondo, una necesidad de bajar un poco el ritmo, de que no todo está en la tecnología, de que no todo está en la inteligencia artificial, de que estamos un poco quizás disolviendo el humanismo como filosofía de vida», dice el autor.

En este sentido, Carrasco también explica que tiene la sensación de que «estamos al servicio de cosas: no sé si de la tecnología o de qué, pero voy con el gancho puesto todo el tiempo. Todos esos espacios que antes tenía el día para mí, que eran espacios de placer y de gozo, como por ejemplo escuchar un disco entero, ahora me parecen inconcebibles».

Así, mientras se va de una lado para otro, «sin sentido y aprovechando esa carrera para mandar un wasap, de repente el día se colapsa, se colmata, como si tuviéramos que aprovechar cada segundo del tiempo –señala–. No soy una persona nostálgica, pero me recuerdo disponiendo de ese tiempo, de esa atención y de esa calma para escuchar un disco entero muchas veces, un elepé, y darle la vuelta y volver a ponerlo. Y leer, por supuesto, el ‘Ulises’ de Joyce en no demasiado tiempo».

‘Elogio de las manos’ es, en definitiva, una mirada a una forma de vivir más tranquila, más cercana, más calmada y más verdadera.

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