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Valentín Dieste: "No son kilómetros, los viajes son amigos y experiencias"

Licenciado en Historia Antigua, Arqueología y Filología Oriental, máster en Historia de las Religiones. Guía internacional de viajes

Valentín Dieste, antes de partir a uno de sus viajes.
Valentín Dieste, antes de partir a uno de sus viajes.
Olvier Duch

Guía de viajes, licenciado en Historia Antigua y Arqueología, en Filología Oriental, máster en Religiones… ¿Con qué cara nos quedamos del complejo poliedro llamado Valentín Dieste?

Viajero, soy un viajero. Viajar, igual que la vida misma, son experiencias.

Llevará cuentakilómetros…

Qué va… Los viajes no son kilómetros, los viajes son amigos y, como le decía, experiencias.

Pero si usted iba para profesor de Primaria…

Así es. Pero hice el curso puente y me fui a Bélgica a estudiar hebreo y jeroglíficos egipcios. Me apasiona la Antigüedad. En clase de hebreo, éramos solo dos alumnos: un pastor protestante y yo. Cuando terminé, fui a la Universidad de Jerusalén. Allí estuve con israelitas y palestinos.

¿Se llevaban bien?

Sí. Yo no tuve problema con ellos. Pero el asunto viene de atrás, de muy atrás: David era judío y Goliat, filisteo, o sea, palestino. De allí, volví a Bélgica a hacer un máster en Historia de las Religiones. Pasé por Tubinga. Obtuve después una beca en Lausana, en Suiza. Conseguí trabajo como profesor en un colegio internacional de élite. Había mucho alumno ruso, australiano, inglés, francés… La élite. A partir de ahí comencé a viajar por el mundo.

También es un políglota sin parangón.

He estudiado diez idiomas. Hablo con fluidez español, francés, inglés, italiano, me defiendo en alemán, portugués. Además, me casé con una chica rusa que trabaja de fotógrafa en nuestra ciudad, Polina Alekshkina. Por lo tanto, algo entiendo...

¿Qué alteración importante ha sufrido la cultura de viajar en los últimos años?

La covid lo cambió todo. Entre otras cosas, la maldita pandemia nos robó muchos viajes. Por eso la gente ahora quiere viajar más que nunca.

Dicen que, sobre todo, usted da las claves de adónde viajar.

Lo intento, al menos.

Se viaja también con la literatura, con la música… Kipling, además del himno eterno ‘Si...’, decía que lo primero que hay que hacer para entender un nuevo país es olfatearlo.

Tenga usted en cuenta que Kipling era un británico originario de India. África quizá nos llama más por el corazón, y Asia, por los sentidos.

Vamos al noreste del corazón: Egipto.

Pocas culturas tan extensas en el tiempo como la egipcia. Ahí estuvo inamovible desde aproximadamente el año 3.000 hasta el 331 antes de Cristo, cuando Alejandro Magno conquista el país a los persas y funda Alejandría. La dinastía ptolemaica se extendió hasta el 31 antes de Cristo, cuando el fundador de Zaragoza, César Augusto, vence a Marco Antonio y Cleopatra e instala allí el imperio romano. Es una civilización verdaderamente fascinante. Suelo ir una o dos veces al año a Egipto.

Otros viajecitos a considerar…

Irán, desde luego, Irán. Sin Persia, no se entendería la historia griega, que es la cuna de nuestra civilización occidental. Además de lo conocido por todos, su amabilidad. El viajero va con cierto recelo, con cierto miedo; pero regresa llorando de emoción. India es otro lugar de obligada visita. Es enorme. En población, ya ha superado a China. Además, es muy diversa.

¿Y en Europa?

Europa también es muy diversa, riquísima, empezando por España. Italia también es un museo. Por ejemplo, Florencia. Me toca este año ir a Florencia. Iremos a ver, por ejemplo, la Academia, donde se encuentra el David de Miguel Ángel. También, la Galería Uffizi…

De lujo, Sandro Botticelli y ‘El nacimiento de Venus’. Quattrocento italiano...

También a la iglesia de Santa Croce, donde están enterrados o se encuentran los cenotafios de Dante Alighieri, Miguel Ángel, Galileo, Maquiavelo…

‘Ningún elogio será jamás digno de su nombre’ se lee (en latín) en el epitafio de Maquiavelo.

Lo leeré. Ya le he dicho que este año pienso ir a Florencia.

Si tiene tiempo, pase por Roma y descúbrase ante un señor aragonés de Sos inmortalizado en ‘El Incendio del Borgo’.

Cierto. Fernando el Católico. En las estancias vaticanas.

Pintado por Rafael, aparecen las ocho figuras más importantes de la Cristiandad. Todos habían fallecido en el momento de ser retratados (1514) menos el modelo de ‘El Príncipe’ de Maquiavelo: Fernando II de Aragón.

Buen apunte. Lo subrayaré en la visita guiada cuando vayamos al Vaticano. Viajar y viajar. Porque la vida es un libro. El que no viaja, se queda en la prólogo...

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