El único bodegón firmado y fechado de Zurbarán ya cuelga en el Museo del Prado

El Museo del Prado expone en la sala 10 A, hasta el próximo 30 de junio, 'Bodegón con cidras, naranjas y rosa', la única naturaleza muerta firmada y fechada de Zurbarán, procedente del Norton Simon Museum.

El Museo Nacional del Prado presenta este lunes 'Bodegón con cidras, naranjas y rosa' de Zurbarán, una obra capital del género
El Museo Nacional del Prado presenta este lunes 'Bodegón con cidras, naranjas y rosa' de Zurbarán, una obra capital del género
Javier Lizón

El Museo del Prado expone en la sala 10 A, hasta el próximo 30 de junio, 'Bodegón con cidras, naranjas y rosa', la única naturaleza muerta firmada y fechada de Zurbarán, procedente del Norton Simon Museum. Esta pieza estará en compañía de otras obras de Zurbarán pertenecientes a varios géneros diferentes, y fechadas en épocas variadas de su carrera. Por ejemplo, en esa misma sala, en frente del bodegón, se encuentra la pintura 'San Francisco de Paula', adquirida recientemente por la pinacoteca.

De hecho, será la primera vez que esta pintura del santo hecha por Zurbarán sea exhibida al público, puesto que fue descubierta en el año 1998 y había permanecido en una colección particular hasta hace dos años, cuando pasó al Prado y ha sido puesta a punto para su exhibición.

Tal y como ha explicado el director de la pinacoteca, Miguel Falomir, los préstamos del Norton Museum no son muy habituales -abrieron hace relativamente poco su política de cesión de obras- y el acuerdo alcanzado conllevará también el préstamo de una obra del museo a esta institución: el retrato de 'La reina Mariana de Austria' hecho por Velázquez. Este préstamo será a partir de otoño y también por tres meses.

La historia de 'Bodegón con cidras, naranjas y rosa' es llamativa, ya que ha supuesto un cambio en el análisis no solo de la obra de Zurbarán, sino también del género de naturaleza muerta en España. La pieza fue descubierta en la década de 1920 y adquirida en una subasta en París por un mecenas italiano. Pasaría a manos del norteamericano Norton Simon en 1972.

Este empresario y filántropo, que puso en marcha el Norton Museum, adquirió el bodegón como regalo para su mujer de entonces, la actriz Jennifer Jones. Curiosamente, también fue propietario de otra obra de Zurbarán, 'La familia de La Virgen', en la que se puede observar un plato con taza similar al del cuadro que ahora cuelga en el Museo del Prado.

En 'Bodegón con cidras, naranjas y rosa'', sobre una mesa, y ante un fondo oscuro, se disponen un plato de metal con varias cidras, una cesta con naranjas con sus hojas y sus flores de azahar y otro plato metálico sobre el que descansan una taza y una rosa.

Algunos de sus elementos, como la taza con la rosa, aparecen en otras obras del pintor, que a lo largo de su carrera prodigó los detalles de naturaleza muerta en sus composiciones religiosas. Sin embargo, son muy escasos sus bodegones independientes.

El bodegón en España, desconocido

"Si esta obra hubiera sido descubierta cien años después, se estudiaría con otro contexto más fértil para los bodegones en España", ha explicado el jefe de conservación de Pintura Española hasta 1800 del museo, Javier Portús, quien además ha cuestionado ese carácter "religioso y sagrado" que se otorgó desde el descubrimiento a esta pintura.

En este sentido, ha señalado que cuando se conoció este bodegón, no había conciencia de la "tradición poderosa" en España en el cultivo de la naturaleza muerta. Sería una exposición en el año 1935, quince después, la que daría su lugar a los bodegones españoles reuniendo cerca de 200 piezas de colecciones particulares.

Zurbarán fue siempre conocido como un pintor de frailes y devotos, por lo que lo normal ha sido encuadrarle en esta tradición historiográfica. Es por ello que muchos expertos han optado por interpretar esta naturaleza muerta como si "estuviera en el terreno de lo inefable, la experiencia religiosa".

"Todos los elementos del cuadro eran susceptibles de ser interpretados en clave religiosa en el Siglo de Oro, desde la iluminación hasta la disposición de los objetos en la mesa -que podría ser de altar-. Pero yo no creo en esta interpretación, aunque sí sea una obra sublime que se acerque al misterio de lo sagrado", ha añadido Portús.

La extraordinaria fama que ha adquirido esta obra desde que se dio a conocer en la década de 1920 se debe al uso maestro de la escala por parte de Zurbarán, a su extraordinaria precisión descriptiva y a sus valores compositivos.

Los objetos invaden buena parte de la superficie pictórica, se disponen en tres planos ligeramente diferenciados y una luz lateral muy selectiva los arranca de las sombras y contribuye a definir nítidamente sus volúmenes y a transmitir sus texturas.

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