Trío Hantaï: Un siglo de música barroca
El Trío Hantaï comenzó interpretando a François Couperin, nacido en 1668, y finalizó su recital con Carl Philip Emanuel Bach, fallecido en 1788, un compositor clave en la transición del barroco al clasicismo.
Varios fragmentos de ‘Les Concerts Royaux’, del primero, abrieron la sesión de la Sociedad Filarmónica, séptima de su Temporada, con Marc Hantaï conjuntando desde la flauta travesera las armonías de su hermano Jérôme, a la viola de gamba, y el soporte de Pierre, al clave. Bella ejecución, rememorando la época y el ambiente versallesco. Florituras y adornos gozosos en la flauta, con una digitación precisa y expresiva, matizada con ataques definidos y desinencias justas. Efectistas efectos melódicos y contrates rítmicos reveladores del origen danzante y ritualista de estos 'concerts'.
Jérôme fue el protagonista de la ‘Suite en re menor para viola de gamba’, de Marin Marais, en sus siete movimientos. El mediano de los Hantaï expresó la versatilidad de su instrumento desde la agitada ‘Bourrasque’ inicial, tras el ‘Prélude’, hasta la bailable Gigue final, recreándose en la serenidad de la ‘Sarabande’ y en el gracejo del ‘Menuet’ que la precede.
Prescindiendo de una de las obras programadas, la ‘Sonata en sol mayor para flauta’, de Jean Marie Leclair, el Trío Hantaï pasó del barroco francés al coetáneo alemán, caracterizado por las formas constructivas de Juan Sebastián Bach, maestro del contrapunto, de quien se interpretó en primer lugar el ‘Trío en sol mayor BWV 1027/1039’, en sus cuatro movimientos, para proseguir con la ‘Sonata para flauta y clave en la mayor BWV 1032, en sus tres movimientos’ con mayor protagonismo del clave y un contraste melódico de la flauta acompañando al teclado.
Finalizó el concierto con la ‘Sonata en re mayor para flauta’, de Carl Philip Emmanuel Bach, hijo del gran maestro. Hubo una propina.
