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Nunca creí que podría hacer esto: he visto 'La Isla de las Tentaciones' en un cine de realidad virtual

Los que crearon las gafas de realidad virtual nunca pensaron que pudieran ser usadas para esto.

Recreación de una sala de 'Big Screen' con un 'reality'
Recreación de una sala de 'Big Screen' con un 'reality'
Heraldo.es

La llegada de las Meta Quest 3 ha marcado un antes y un después en la forma de consumir contenidos audiovisuales, ofreciendo una experiencia inmersiva en la que la realidad virtual (RV) se convierte en el nuevo escenario para disfrutar de películas y programas de televisión. A un precio de 550 euros en su versión básica, estas gafas de realidad virtual han democratizado el acceso a un mundo previamente reservado para aquellos dispuestos a invertir grandes sumas de dinero en dispositivos de alta gama.

Desde el momento en que el usuario se coloca las Meta Quest 3, se embarca en un viaje donde la realidad y la virtualidad se entremezclan, creando un entorno donde lo virtual adquiere una nitidez sorprendente. Esta capacidad de sumergirse completamente en nuevos universos abre un abanico de posibilidades, desde jugar en entornos de realidad mixta hasta trabajar con múltiples pantallas virtuales, pasando por la recreación tridimensional de ciudades o la participación en sesiones de entrenamiento físico en gimnasios virtuales.

Sin embargo, es en el ámbito del entretenimiento donde las Meta Quest 3 brillan con especial intensidad. Los usuarios tienen la oportunidad de sumergirse en salas de cine virtuales donde, junto a avatares de amigos o desconocidos, pueden disfrutar de la última película de culto o del emocionante final de su reality show favorito, como 'La isla de las Tentaciones'. La interacción en estos espacios no se limita a la mera visualización; también permite comentar y discutir en tiempo real sobre lo que está sucediendo en pantalla, creando una experiencia de visualización compartida sin precedentes.

Cuando Zuckerberg ideó las Meta Quest 3 nunca pensó que las usaríamos para esto

El éxito de estas aplicaciones radica en gran parte en su sencillez de uso. Los participantes en estas ‘peculiares’ reuniones se juntan en una sala virtual, que normalmente tiene forma de cine, y proyectan en una gigantesca pantalla (virtual por supuesto) el contenido de sus ordenadores. Esto permite poner cualquier contenido que tengan en sus discos duros o ‘stremear’ cualquier serie o programa de televisión en directo.

Suponemos que cuando Mark Zuckerberg creó sus gafas de realidad virtual no imaginó que serían utilizadas para que una docena de españoles comentarán las vicisitudes de su ‘reality’ favorito un miércoles cualquiera, cada uno en su casa con sus gafas pero todos juntos en un enorme cine virtual entre cuyas paredes todavía retumban los comentarios exaltados de los que aquella noche disfrutaron de un capítulo cualquiera de ‘La isla de las tentaciones’.

La cantidad de mundos virtuales, repartidos en diferentes aplicaciones, es ilimitada, como también lo es la temática de esas reuniones digitales. Estas salas 3D recuerdan a los inicios de internet, a las salas de IRC y Messenger, lugares donde personas de todo el mundo se encuentran y chatean de lo divino y lo humano, casi siempre bajo un anonimato que contribuye a que la gente se suelte y decida dar el paso a hablar con extraños. Algo que probablemente no haría bajo otras circunstancias.

Equipadas con dos pantallas tipo ‘pancake’ LCD que ofrecen una resolución superior al 4K y un procesador Snapdragon XR2, las Meta Quest 3 no solo reproducen contenidos con una calidad impresionante, sino que también procesan información del exterior para integrar elementos virtuales en el entorno real. Aunque el uso de las manos como método de interacción presenta una curva de aprendizaje y puede resultar frustrante en ocasiones, los mandos físicos incluidos ofrecen una precisión que mejora significativamente la experiencia de usuario.

A pesar de las limitaciones, como una batería que no permite disfrutar de una película completa sin recurrir a baterías externas y un diseño que puede resultar incómodo tras horas de uso, las Meta Quest 3 se presentan como un dispositivo revolucionario en el mercado de la RV. Su capacidad para ofrecer acceso a un sinfín de nuevos universos y su excelente relación calidad/precio las convierten en una opción atractiva para quienes desean explorar las posibilidades de la realidad virtual.

Con más de ocho años en el mercado y una tercera generación que refina y perfecciona la experiencia ofrecida por sus predecesoras, las Meta Quest 3 emergen como líderes en un sector donde la innovación es la clave. Aunque todavía hay margen de mejora, especialmente en la recreación del mundo real en realidad mixta, estas gafas de realidad virtual están marcando el camino hacia un futuro donde ver películas, series y programas de televisión se convierte en una experiencia completamente nueva, inmersiva y compartida.

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