Extravagancia y sobriedad en la alfombra roja de los Premios Feroz 2024
Los galardones del cine español dejan modelos clásicos y alguna sorpresa entre los invitados.
La alfombra roja de los Premios Feroz ha visto en la noche de este viernes un mar heterogéneo de trajes de gala, con estilos atrevidos y rompedores y apariencias más convencionales y sobrias, así como reivindicaciones en apoyo a las víctimas de la guerra entre Israel y Hamás.
En el lado más atrevido, Úrsula Corberó ha deslumbrado a la prensa con un vestido transparente con grandes pompones, y María León ha hecho lo propio con un gran abrigo de bisón.
También ha destacado Aitana Sánchez-Gijón, con un traje rosa claro con capa, e Isabel Coixet, que se ha decidido por un traje negro con una flor en el pecho; la aragonesa Elena Rivera, de blanco.
Javier Calvo y Javier Ambrossi, con sendos trajes negros con el pecho al descubierto, sin ninguna prenda debaje de la chaqueta y con cadenas en el cuello, han logrado aunar tradición y vanguardia, a la vez que Ander Puig, con pañuelo al cuello, cardigan blanco y pantalones de traje.
No han faltado estilos discretos como los de Andreu Buenafuente y Berto Romero, ambos con traje y camisa negras, así como Hugo Silva, que ha optado por un traje gris mate a cuadros y una camiseta básica negra, o Alberto Ammann, con un canónico traje y corbata negra sobre una camisa blanca, igual que Juan Antonio Bayona.
Bárbara Lennie, con un vestido morado, e Irene Escolar, entera de rojo, han aportado las notas más coloridas de la gala, mientras que otras como la cantante Amaia Romero, nominada a mejor actriz de reparto por ‘La Mesías’, ha deslumbrado a los presentes con un vestido blanco.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha hecho acto de presencia con un vestido negro sin mangas atestado de brillantes, mientras que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se ha unido al club de la sobriedad con un traje azul y corbata a rayas.
La chaqueta que llevaba Mónica Randall, Premio Feroz de honor, ha sido confeccionada para ella en Belén por un grupo de mujeres palestinas, viudas y esposas de presos políticos de Israel, como acto apoyo al Estado Palestino y solidaridad con las víctimas de la guerra.
