LETRAS ESPAÑOLAS. OCIO Y CULTURA

Jesús Rubio Jiménez ahonda de nuevo en la vida, el arte y el destino de la familia Bécquer

El catedrático emérito de literatura española edita dos nuevos libros sobre el padre del poeta de las 'Rimas' y su amigo el periodista García de Luna

Jesús Rubio, el pasado lunes en la librería Cálamo. En sus rodillas tiene el libro 'José Domínguez Bécquer y el Álbum de Aracena'.
Jesús Rubio, el pasado lunes en la librería Cálamo. En sus rodillas tiene el libro 'José Domínguez Bécquer y el Álbum de Aracena'.
A. C./Heraldo.

ZARAGOZA. Jesús Rubio Jiménez (Ágreda, Soria, 1953) es uno de los grandes expertos de Gustavo Adolfo Bécquer. Lo ha estudiado del derecho y del revés y ahí sigue, aproximándose a su universo desde una meticulosa investigación en archivos y documentos, en multitud de libros, en diversas correspondencias y en repaso y relectura de las obras del autor del ‘Libro de los gorriones’. Y, sin prisa pero sin pausa, sigue intentando cerrar la biografía definitiva del poeta: ha escrito ya más de 800 páginas, con sus notas y esos ríos de conexiones, personajes y volúmenes que conforman la existencia de uno de los grandes poetas de la lírica española y universal. 

“También fue un periodista que conoció la bohemia y la búsqueda permanente, en condiciones nada fáciles, de supervivencia a través de la pluma”, apunta. A Jesús Rubio, por ejemplo, se le debe que la RAE reparase y redescubriese los cinco álbumes de dibujos de José Domínguez Bécquer, padre de Gustavo Adolfo y del pintor Valeriano y de seis hermanos más, “de algunos no se sabe nada, pero fueron ocho en total”.

Jesús Rubio publica ahora ‘José Domínguez Bécquer y el Álbum de Aracena’ (Universidad de Huelva), un volumen ilustrado donde traza una mirada general al gran pintor andaluz, que murió en 1841, cuando el poeta tenía cinco años. “Antes había estudiado los cinco álbumes que conserva la RAE y que pertenecían a la colección de Rodríguez Moñino. Y ahora me he centrado solo en ese ‘Álbum de Aracena’, realizado en esa localidad onubense en el verano de 1835. Bécquer nació al año siguiente, en 1836, y a mí me gusta imaginar que fue concebido allí. Es una especulación literaria”, dice Jesús Rubio, que ya había publicado en 2006 un primer estudio titulado 'José María Domínguez Bécquer'.

"José Domínguez Bécquer fue clave en la reconstrución de la imagen romántica de España en Europa"

En su nuevo estudio, aborda a uno de los “maestros del costumbrismo sevillano”, otros aspectos familiares y artísticos, y sus dibujos de ese instante. “José Domínguez Bécquer fue clave en la reconstrucción de la imagen romántica de España en Europa”, señala. Eso se veía en sus óleos costumbristas y, específicamente, en su famoso ‘Libro de cuentas’, que se conserva en la Biblioteca Nacional, y que abarca desde 1830 a 1841, donde se ven sus muestrarios de temas (paisajes, tipos populares, asuntos más o menos mitológicos o legendarios), los encargos, la nómina de su clientela, “y también son muy importantes las noticias familiares”.

Huérfano desde los cinco años de padre, y desde los once de madre, Bécquer se iría a Madrid a ganarse la vida como periodista, con catorce o quince años Valeriano también estaba fuera de casa. “Los dos heredaron el talento del padre -dice Jesús Rubio-, y luego ya sabemos su colaboración: su viaje por España y su estancia en Veruela y el Moncayo, que fue tan fructífera”.

Un dibujo, con autorretrato incluido, de la familia de José Domínguez Bécquer.
Un dibujo, con autorretrato incluido, de la familia de José Domínguez Bécquer.
José Domínguez Bécquer/Universidad de Huelva.

El catedrático de Literatura de la Universidad de Zaragoza, ahora emérito, también publica otro libro: ‘Luis García de Luna y Gustavo Adolfo Bécquer: un seudónimo y un destino compartidos’ (Universidad de Jaén. Se publica en una colección que dirige el profesor zaragozano Rafael Alarcón), volumen que firma con el médico y apasionado de Bécquer y del romanticismo Javier Urbina.

“Luis García de Luna explica muy bien las dificultades para salir adelante que podía tener un periodista de opinión en el siglo XIX. Él escribió en muchas cabeceras y acabó en ‘El Imparcial’. Era muy amigo de Bécquer, sobre todo al principio; juntos, con el seudónimo Adolfo García, firmaron varios libretos de zarzuela”, explica Jesús Rubio. Nació en 1834 y murió en 1867, tres años antes que Gustavo Adolfo Bécquer.

“En el libro se cuentan su vida y las relaciones con el núcleo becqueriano. Hacemos un inventario de sus artículos y publicamos una selección de sus leyendas, sobre todo andaluzas, granadinas, gaditanas, que mezclan lo mágico y lo supersticioso y lo costumbrista, alguna pieza de aroma oriental, pero no tiene la calidad de la obra de Bécquer. Le interesaba mucho el pasado, sentía inclinación por el siglo XVII, pero también compuso relatos contemporáneos”, dice Rubio Jiménez, que también trabaja en otra cosa: la edición de dos poemas de Augusto Ferrán, que llegó a Veruela y Tarazona en 1863, sobre los hechizados bosques del Moncayo, poblados por criaturas fantásticas.

“Luis García de Luna explica muy bien las dificultades para salir adelante que podía tener un periodista de opinión en el siglo XIX. Él escribió en muchas cabeceras y acabó en ‘El Imparcial’. Era muy amigo de Bécquer, sobre todo al principio; juntos, con el seudónimo Adolfo García, firmaron varios libretos de zarzuela”

“Su vida es impresionante. Él, que estuvo unos tres años en Alemania, fue el introductor del mundo romántico alemán en España a través de sus traducciones y de su defensa de la poesía popular, de los cantares. Publiqué un libro, ‘Augusto Ferrán, traductor’, y quiero continuar profundizando en una vida bastante increíble y azarosa. Le pasó de todo. Después de estar en Veruela y Tarazona, donde dejó muchos papeles, llegó aquí acuciado por las deudas, se fue a Chile con su amigo Guillermo Matta y regresó en 1878. Se cree que se casó allí; también parece que vino a Veruela con una mujer. Al año siguiente de su retorno a España, víctima de la locura y del alcoholismo, lo ingresaron en el hospital de ese gran personaje que fue el doctor Esquerdo”. 

Ya no salió de allí. Al parecer, durante su estancia en Chile publicó el poema ‘La soledad’ (Poema romántico) que Jesús Rubio Jiménez tiene muy claro que se inspira en los bosques y caminos y atmósferas idílicas del Moncayo.

Jesús Rubio Jiménez lleva ya más de 800 páginas de la biografía de Gustavo Adolfo Bécquer. Por ahora solo es trabajo en bruto, acumulativo, a la espera de la definitiva depuración narrativa y documental.
Jesús Rubio Jiménez lleva ya más de 800 páginas de la biografía de Gustavo Adolfo Bécquer. Por ahora solo es trabajo en bruto, acumulativo, a la espera de la definitiva depuración narrativa y documental.
A. C./Heraldo.
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