LETRAS ARAGONESAS. OCIO Y CULTURA

Calatayud evocó con emoción y poesía a su vate más querido con Marcial: José Verón

La Biblioteca Municipal 'Baltasar Gracián' acogió la presentación de su poemario póstumo, 'Íntimo retorno', y su viuda y sus nietas leyeron poemas

En primera fila: José Luis Melero, Blanca, Julia, la concejala Mercedes X y el alcalde José Luis Aranda.
En primera fila: José Luis Melero, Blanca y María (nietas del poeta), la concejala Mercedes Muñoz y el alcalde José Manuel Aranda. Las paredes del salón de actos están decoradas con las fotografías tan espectaculares y poéticas de José Verón Gormaz..
A. C./Heraldo.

CALATAYUD. El periodista gallego Javier Romero dice que “nadie muere definitivamente mientras su recuerdo permanezca en la memoria de alguien”. El pasado día 3 de enero se presentó en Calatayud, en la Biblioteca Municipal ‘Baltasar Gracián’, el último poemario de José Verón Gormaz (1946-2021), de carácter póstumo, cuyo título es ‘Íntimo retorno’ (Prensas de la Universidad de Zaragoza. Colección La Gruta de las Palabras, que dirige Fernando Sanmartín). Fue una forma más de mantener vivo el recuerdo de “nuestro querido amigo Pepe”, como lo sentían casi todos los paisanos de Calatayud.

La sala de actos de la biblioteca, totalmente llena, acogió a la familia Verón, a Aurora Lassa, la esposa de Pepe, a su hijo Pepe y a su mujer Raquel, al alcalde de Calatayud D. José Manuel Aranda Lassa (que estuvo acompañado de varios miembros de la Corporación Municipal; recordó que había ganado el Premio de las Letras Aragonesas y cerró el acto) y a muchos amigos y seguidores de la obra de José Verón. El salón de actos está decorado con algunas de las fotos del artista y escritor, que recibió numerosos galardones en varios lugares del mundo. Calatayud alcanzó su más alta belleza iconográfica a través de su instantáneas. Como cosa curiosa, arriba, en los pasillos y por las paredes se han dispuesto las fotos en blanco y negro de Carlos Moncín, que fue jefe de fotografía de HERALDO y una de las grandes figuras de la llamada ‘Escuela Fotográfica de Calatayud’.

Se habló de su condición de hombre que aunó lo local y lo universal, que buscaba la belleza y que cantó el amor, el paisaje, el misterio, la poesía; como leyó José Luis Melero, hasta escribió estrofas de jota, hermosas, solemnes, jocosas, de todo un poco.

Las intervenciones, en las que se habló tanto del libro como de la recordada figura de José Verón, corrieron a cargo de sus amigos escritores y poetas, Mariano Castro, Fernando Sanmartín, Antón Castro, José Luis Melero y Manuel Micheto. Se recordó al gran poeta y narrador, discípulo de Marcial y de Baltasar Gracián, pero también de Omar Khayyam, Antonio Machado, Bécquer (a quien le dedica un poema en el libro que se presentaba), Antonio Gamoneda, etc.; se habló de su condición de hombre que aunó lo local y lo universal, que buscaba la belleza y que cantó el amor, el paisaje, el misterio, la poesía; como leyó José Luis Melero, hasta escribió estrofas de jota, hermosas, solemnes, jocosas, de todo un poco. 

Blanca Verón Goyeneche, nieta del poeta, lleva entre las manos el libro 'Íntimo retorno'. Luego subiría a leer un poema.
Blanca Verón Goyeneche, nieta del poeta, lleva entre las manos el libro 'Íntimo retorno'. Luego subiría a leer un poema.
A. C./Heraldo.

Se recordó también que solía escribir sus poemas en un cuaderno en el café Goya; allí, entre la gente, despaciosamente, hallaba inspiración, y puede decirse que las primeras intuiciones líricas surgían allí, aunque luego pudiese matizar las composiciones ya en casa. También, escaso de fuerzas, dictó algunos versos a su esposa. Al final del acto se produjo un momento entrañable: Aurora Lassa y sus nietas Blanca y María (11 y 9 años, respectivamente) recitaron una serie de poemas de este último libro.

Todos los participantes, e incluimos a los bilbilitanos, muy especialmente, hicieron que José Verón Gormaz estuviese algo más presente, y fuera un poco más inmortal, un poco más eterno.

'Íntimo retorno' es un poemario duro, intimista e introspectivo, con un canto a la oscuridad y a los efectos inexorables del tiempo cronológico. Según el profesor Emiliano Coello, que ha estudiado concienzudamente toda la obra veroniana, en un acto celebrado en la UNED en el mes de noviembre subrayó que, en toda ella, "subyace un sentimiento de melancolía". En este último libro, este estrato melancólico se hace mucho más patente porque el poeta lidiaba con la sombra de la enfermedad y la proximidad de la muerte. No olvidemos que fue escrito en los últimos meses de vida del poeta bilbilitano. Pero no faltan el equilibrio y el ritmo, impecables, que siempre han caracterizado la obra de Verón, como también recordaron Mariano Castro, médico y poeta y director de La Casa del Poeta de Trasmoz (uno de sus grandes amigos de siempre), y el poeta Fernando Sanmartín.

Tres de los presentadores del acto: Fernando Sanmartín, José Luis Melero y Manuel Micheto, que hizo de conductor del acto.
Tres de los presentadores del homenaje a José Verón Gormaz (1946-2021): Fernando Sanmartín, José Luis Melero y Manuel Micheto, que hizo de conductor del acto.
A. C./Heraldo.

Fue una presentación en la que las emociones estuvieron a flor de piel. Y, una vez más, todos los participantes, e incluimos a los bilbilitanos, muy especialmente, hicieron que José Verón Gormaz estuviese algo más presente, y fuera un poco más inmortal, un poco más eterno.

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