La conmemoración del 25º aniversario de la muerte de Antonio Saura, envuelta en polémica

La familia del artista exigió que se retiraran imágenes suyas del audiovisual que presenta la Diputación de Huesca en su homenaje

Presentación de la videoinstalación dedicada a Antonio Saura en Huesca, este martes..
Presentación de la videoinstalación dedicada a Antonio Saura en Huesca, este martes.
Diputación de Huesca

La conmemoración del 25º aniversario de la muerte del pintor Antonio Saura ha servido para sacar a la luz que la relación entre las autoridades oscenses y la fundación que lleva el nombre del artista es prácticamente nula. El martes, la Diputación Provincial de Huesca presentaba las actividades culturales que ha organizado por la efeméride y que protagoniza el mural ‘Elegía’, que ocupa el techo del vestíbulo de la sede de la institución. El homenaje incluye una videoproyección inmersiva realizada por Freeman Producciones, que se presenta en bucle junto al techo que Saura pintó en 1987.

Apenas unas horas después, la Fundación Saura, por mano de Marina Saura, hija del pintor, enviaba una carta a la ADAGP, la institución francesa que gestiona los derechos colectivos en el ámbito de las artes visuales, para que pusiera fin "de inmediato a la usurpación e infracción sin paliativos de los derechos de autor" que a su juicio se hace en el audiovisual. En la carta, Marina Saura subrayaba que ya en noviembre pasado el abogado Olivier Weber-Caflisch, director de la Fundación Antonio Saura, con sede en Ginebra, negó el permiso que se había solicitado para que se usaran imágenes de la obra del artista en el citado audiovisual.

Horas después, y cuando la ADAGP había dado acuse de recibo de la decisión de la Fundación Antonio Saura, la Diputación Provincial de Huesca aseguraba que la fundación estaba equivocada y que, tras recibir su negativa el pasado 10 de noviembre, reorientó el audiovisual. "Después de trasladar los hechos a Javier Jiménez, autor de la videocreación, y contando con su aprobación, Diputación de Huesca realizó un nuevo contrato con objeto de modificar la videocreación y que desapareciera de ella cualquier tipo de mención expresa a la obra de Antonio Saura y a su propia persona. Un equipo de 15 personas trabajó en la modificación del guión y de la videocreación y sus contenidos·.

Olivier Weber-Caflish, poco después, aseguraba que "no es esa la información que tenemos", aunque reconocía que esta segunda versión del audiovisual no la había visto. Todo podría reducirse a una confusión, pero la primera versión del audiovisual ha enfurecido a la familia de Antonio Saura, que la había calificado, en su escrito a la ADAGP, como "una usurpación e infracción sin paliativos de los derechos de autor", algo "intolerable". Y parece ser la gota que ha colmado el vaso.

Aunque la DPH subrayaba que las críticas eran "infundadas, puesto que la videocreación expuesta no es la misma por la que se solicitaron los derechos de autor", resulta paradójico que la institución rinda homenaje a una figura histórica con cuyos descendientes no se entiende y lo haga con un audiovisual sin imágenes del homenajeado.

Detalle del mural 'Elegía', de Antonio Saura
Detalle del mural 'Elegía', de Antonio Saura
Javier Blasco

Olivier Weber-Caflisch reconocía a últimas horas de la tarde que la familia del artista se siente herida, desgranaba algunos agravios y se reafirmaba en que las relaciones están prácticamente rotas. "Estamos muy descontentos. Hace un tiempo también recibí una llamada de la Diputación oscense. Me costó entender qué querían, al parecer que diéramos permiso para cambiar el logo de la institución (un detalle del mismo mural). No entendí nada. Al final vamos a decir que no a todo lo que se nos proponga desde Huesca. No tenemos tiempo para personas que no respetan nada. Sé que me expreso con dureza, pero debo ser claro. A quienes no quieran respetar los acuerdos o la obra de Antonio Saura les diremos siempre que no".

El realizador y editor del video, Sergio Zamarvide, explicaba el martes en su presentación que "con este ‘videomapping’ inmersivo hemos querido traer, junto al universo de ‘Elegía’, el universo de Huesca, porque Saura lo expresa con trazos, formas y colores, y nosotros lo hacemos a través de imágenes y sonidos, trayendo a esta sala toda la provincia de Huesca». ‘Universo Saura’ tiene una duración de nueve minutos y se proyecta ininterrumpidamente ante el público hasta el 27 de diciembre, de lunes a domingo de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00. El homenaje de la Diputación de Huesca incluye una exposición sobre el proceso creativo de ‘Elegía’, que se presenta en los Porches de Galicia a través de fotografías de Jean Bescós.

El homenaje de la Diputación de Huesca incluye una exposición sobre el proceso creativo de 'Elegía', que se presenta en los Porches de Galicia a través de fotografías de Jean Bescós. 

Antonio Saura (Huesca, 1930-Cuenca, 1998) ha dejado en Aragón tres obras emblemáticas en el ámbito público junto a un buen número de otras que perfilan su trayectoria y que a menudo están en manos privadas. La Diputación de Zaragoza tiene una de las emblemáticas, una ‘Gran crucifixión’, que el pintor realizó en 1959, que es la primera obra de arte que adquirió la institución y que ha estado en el despacho de su presidente y en el Reina Sofía.

Las otras dos obras emblemáticas son murales: uno es el del techo de la Diputación oscense y el otro está en una fachada exterior del centro comercial Grancasa de Zaragoza. En sentido estricto es privado aunque está expuesto a la contemplación de todo el mundo.

Este mural protagonizó otra polémica en julio del año pasado, cuando la reforma de la fachada exterior del centro comercial ocultó parte del mural de Antonio Saura ubicado encima de una de las puertas del complejo. La reducción visual, algo más de medio metro por cada lateral y que tapaba hasta la firma del artista, se debía al revestimiento de paneles de cristal translúcido que se realizó en dicha fachada. Olivier Weber-Caflish amenazó desde Suiza con emprender acciones legales y la VEGAP le apoyó, mientras desde el propio centro se explicaba que la obra, que data de 1997, no había "sufrido menoscabo", y que permanecía intacta debajo de los nuevos elementos incorporados.

Así se pudo comprobar unos meses después, en septiembre, cuando se revirtió la situación. "Lo del mural de Grancasa se corrigió y ahora se ve bien –reconocía ayer Weber-Caflish–. Afortunadamente ya no hay ningún problema". 

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