FOTOGRAFÍA. OCIO Y CULTURA

Rafael Navarro: "Siempre me asombra la perfección de la naturaleza, lo inabarcable"

Nacido en Zaragoza en 1940, es uno de los grandes fotógrafos españoles, Premio Aragón-Goya, y expone su serie 'Simbiosis' en el CDAN de  Hesca

Retrato de Rafael Navarro, más de medio siglo buscando la perfección y la belleza de las imágenes.
Retrato de Rafael Navarro, más de medio siglo buscando la perfección y la belleza de las imágenes.
Archivo Rafael Navarro.

Rafael Navarro (Zaragoza, 1940) es uno de los grandes fotógrafos españoles con obra en muchos museos e instituciones el mundo. Es el fotógrafo de la pulcritud, de la perfección, de la belleza y de la perfección de líneas. Expone ‘Simbiosis’, un diálogo poético e imaginativo con la naturaleza, en el CDAN de Huesca.

¿Cómo se ve el mundo a los 83 años, que diría Santiago Ramón y Cajal?

A nivel general con mucha preocupación por todos los acontecimientos que se van sucediendo sin que se vean horizontes optimistas.

No sé si esta es una edad donde percibe más lo mucho que ha hecho o lo que aún querría hacer. ¿Cómo nos lo contaría?

Yo siempre he tenido ‘in mente’ una lista de cosas por hacer. Hasta hace algunos años iba tachando por arriba las que ya iba haciendo. Ahora suelo tachar por abajo las que ya veo que no voy a poder hacer, y procuro concentrarme en las que están a mi alcance. Pese a ello las ganas no faltan y espero seguir dando guerra unos cuantos años…

¿Cómo afronta el futuro?

Intento mirar hacia adelante. El pasado solo sirve para contar con la experiencia. El presente es lo único que tenemos y hay que aprovecharlo al máximo. El futuro es un campo abierto que poblar de proyectos y deseos por los que seguir luchando.

"La armonía es una de mis necesidades básicas; la busco siempre, también a través de mis imágenes. El orden y la belleza (que si la sabes buscar está en casi todas partes) me ayudan a acercarme a ese estado"

¿Qué proyectos, sueños o afanes siente que aún no ha hecho y nota que está inmerso en ellos, por lo menos con la imaginación, esa loca de la casa?

La loca de la casa está más loca cada día, pero las fuerzas cunden menos cada año. Ahora dedico más tiempo a leer. Siempre he sido una persona que quiere entender por qué pasan las cosas y ahora le doy más importancia aún a aprender. Por otro lado, sigo trabajando, así que voy poblando los cajones de ideas y, de vez en cuando, alguna consigue saltar afuera y camina hacia la realidad.

Una de las piezas de 'Simbiosis'.
Una de las piezas de 'Simbiosis'.
Rafael Navarro.

¿Recuerda por qué se hizo fotógrafo?

Desde adolescente me gustaba la fotografía, pero de una forma puramente amateur, hacía fotos en las excursiones, viajes, etc. Mi vocación sobre la fotografía llega mucho más adelante, alrededor de los 30 años. En esa época de mi vida, con una profesión ya encarrilada y que no me llenaba, empecé a sentir la necesidad de tener un medio de expresión y, como sabía algo de fotografía, me decanté por ello. Más adelante vino el descubrimiento de la técnica, el lenguaje y la decisión de profundizar ya seriamente en este campo.

¿De dónde viene su sentido de la belleza, de la perfección? ¿Tiene la sensación de que siempre fue un esteta?

La armonía es una de mis necesidades básicas; la busco siempre, también a través de mis imágenes. El orden y la belleza (que si la sabes buscar está en casi todas partes) me ayudan a acercarme a ese estado.

¿A quién le debe cosas radicales de su carácter: a sus padres, especialmente, a sus compañeros de viaje vital, a algunos maestros fotógrafos, a los amores de su vida...?

Los padres son fundamentales, ellos marcan tus primeras andaduras y después, sobre esta base, recibimos influencias de amigos, maestros, relaciones, hijos, toda esa gente que va llegando y se va convirtiendo en tu mundo. Además hay una barahúnda de circunstancias que te van moldeando sin que te des mucha cuenta. Y viajar, ver otras realidades, otras culturas, y dejar que ello enriquezca tu forma de entender la vida, también ha sido fundamental.

Por lo regular ha sido un fotógrafo artista y artesano, alguien que ve y que edita. ¿Qué ha sido más duro: tomar las fotos, trabajar con modelos, aquilatar series o su trabajo técnico, de edición y revelado?

Todos los aspectos que pudiéramos llamar «creativos» me gustan y disfruto realizándolos. Lo que ya llevo peor es la parte más empresarial, más comercial, el esfuerzo para que las imágenes lleguen al público, para exponer, para publicar, para vender. Siempre he soñado con tener más ayuda para estas labores. Sería estupendo dedicarse sólo a crear.

Rafael Navarro, en este juego de espejos con el paisaje, parece reencontrarse con su famosa serie 'Dípticos'.
Rafael Navarro, en este juego de espejos con el paisaje, parece reencontrarse con su famosa serie 'Dípticos'.
Rafael Navarro.

No ha sido muy partidario de los autorretratos, ni casi de los retratos. ¿Cuál sería la serie que mejor le define?

Los retratos nunca han sido mi tema favorito. Posiblemente mi timidez e introversión me condicionan y no me siento cómodo, por temor a invadir la intimidad de la persona que estoy fotografiando. En cuanto a la serie que más me define, me resulta muy difícil elegir. Todas han salido de la misma mente, han seguido procesos muy personales y destacar alguna me es casi imposible. La dualidad forma parte de mi forma de ser y la serie ‘Dípticos’ puede ser un buen ejemplo. Ha sido una de las más trabajosas y también de las más gratificantes.

Cuando uno piensa en usted vemos algunos lugares incuestionables: la destreza técnica, la limpidez máxima, la hermosura, la pureza e incluso una cierta espiritualidad. ¿Se ve así, ha buscado eso?

Soy muy meticuloso y, además, necesito sentir el equilibrio, estar en armonía. Y esas sensaciones procuro que impregnen mis fotos. La espiritualidad flota allí donde pones tus emociones, tratando de alcanzar una paz interior.

"Caminar por la naturaleza es un baño de humildad, me ayuda a ser consciente de lo que soy, me aporta serenidad y me predispone a abrirme"

¿Qué le ha dado la foto analógica y el blanco y negro?

Muchas satisfacciones. No en vano he trabajado con ello durante cuarenta años. En mi manera de fotografiar suelo tratar de descontextualizar lo que fotografío, de forma que haya pocas referencias de lugares, fechas o identidades, para que la imagen esté libre de condicionantes, sin referentes ajenos a la pura sensación que emana de su observación. Cuando trabajo en blanco y negro, me resulta más fácil crear un mundo más onírico.

¿Ha sido doloroso el paso al color, qué exigencias tiene, que descubrió al buscar ahí también su personalidad, su sello, su necesidad de comunicar un mundo y sus sentimientos?

Ya hacía tiempo que me atraía la posibilidad de trabajar en color. En el color buscaba la sinceridad, ver el mundo tal cual era, y eso era un reto, aflorar sentimientos y emociones en un contexto más concreto.

¿Cómo define ‘Simbiosis’, la muestra que presenta en el CDAN?

Es una reflexión sobre la convivencia del hombre y la naturaleza en este planeta que habitamos.

¿Qué le ha dado la naturaleza, el paisaje, el campo abierto?

Siempre me asombra la perfección de la naturaleza, de ella me llama lo inabarcable, lo inmenso, y también los pequeños detalles en los que puedes encontrar una belleza extraordinaria. Cuando camino por alguna ciudad grande, siempre me sorprende la sensación de paz que percibo al atravesar un parque, aun cuando sea relativamente pequeño. Caminar por la naturaleza es un baño de humildad, me ayuda a ser consciente de lo que soy, me aporta serenidad y me predispone a abrirme.

¿Y el cuerpo de la mujer?

El cuerpo humano es a la vez algo tan cercano y tan lejano que tratar de encontrar resonancias visuales en él es una labor apasionante.

Rafael Navarro funde la naturaleza y la arquitectura.
Rafael Navarro funde la naturaleza y la arquitectura.
Rafael Navarro.

¿Quiénes serían sus cinco maestros absolutos de la fotografía?

Manuel Álvarez Bravo, por su gran naturalidad y sinceridad en sus imágenes; siempre ha sido un referente y creo que ha influido bastante en mi manera de hacer. Edward Weston, por su concepto del desnudo: es un tema que he trabajado con bastante frecuencia y su metodología me ha servido de base en múltiples ocasiones. Arnold Newman, por su gran capacidad para expresar a través del retrato; al ser una temática que me es dificultosa, contemplar sus trabajos me ha producido siempre una sana envidia. Eugene Smith, ser capaz de trasmitir la tragedia con tanta sensibilidad y respeto me produce una gran admiración. Eikoh Hosoe, por su dramatismo simple y directo; la estética del arte japonés siempre me ha atraído y creo que algo de ella asoma en mis fotografías.

"La posteridad depende totalmente de los criterios de aquellos que te sobreviven. Mi trabajo ha sido sincero y una forma de comunicarme con los demás. Si me gustaría que siguiera conversando con otros"

¿Cuál sería en palabras su autorretrato y qué epitafio, mental o real, le gustaría que le acompañase en el tiempo?

Durante la vida afrontas las cosas lo mejor que puedes con lo que sabes en ese momento, unas veces aciertas y otras no. Hacer balance asusta. Y resumirlo en un epitafio todavía más.

Una cosa más. ¿Cómo sueña o desea la posteridad de Rafael Navarro?

El ego es algo que todos llevamos dentro y que en muchas ocasiones intenta tomar el mando, pero cuando te marchas, desaparece. La posteridad depende totalmente de los criterios de aquellos que te sobreviven. Mi trabajo ha sido sincero y una forma de comunicarme con los demás. Si me gustaría que siguiera conversando con otros.

Retrato de Rafael Navarro, más de medio siglo dedicándose a la fotografía.
Retrato de Rafael Navarro, más de medio siglo dedicándose a la fotografía.
Cortesía de José Lizaga.
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