PINTURA. OCIO Y CULTURA
Lita Cabellut se acerca al grafiti y pinta los rasguños y los tapices de su alma en Dubái
La artista expone la serie 'Temblor' de 15 piezas en las que quiere mostrar, con su energía habitual y el gusto por el retrato, su proceso creativo
Lita Cabellut (Sariñena, Huesca, 1961) acaba de inaugurar en la Galería de la Ópera de Dubái una nueva exposición (que ya sería la tercera suya en la populosa ciudad de los Emiratos Árabes Unidos) que confirma una de sus pulsiones: quiere avanzar y evolucionar desde la búsqueda y el inconformismo. Siente la necesidad de experimentar y ensayar temas, asuntos, técnicas y quizá hasta mensajes. Desde el pasado miércoles expone quince piezas en sus formatos habituales. “En realidad, es un avance más en su percepción sobre la flexibilidad de la materia y el concepto de las visiones personales y ajenas”, dice una de sus más estrechas colaboradoras, Virginia Villalobos.
La muestra se titula ‘Trembles’ (‘Temblor’), y “juega un poco, al mismo tiempo, con la superposición de materiales con los que lleva tiempo trabajando. Vacíos, rasgados, espacios, visiones veladas, todo ello en la línea de su poética habitual pero dotando al ‘grafiti’ de un protagonismo nuevo, velado tras las capas principales…”, escribe en el catálogo la experta Karen van Lieverloo.
Por su parte, la pintora aragonesa señala: “‘Tremble’ es una exposición única, donde por primera vez, tras investigar durante los últimos años, se ve el resultado de mi proceso creativo. Se trata de un momento en el que quiero fundir el academicismo de lo clásico con la ‘performance’ y la abstracción de líneas y color”, dice, y subraya que “las piezas son fragmentos de toda aquella historia del arte que me ha conmovido. Es como bordar la historia en diferentes estructuras. Es la brutalidad del acto y el control del conocimiento. Son tapices de mi alma. Los pensamientos intuitivos terminan con el título de una composición, es una forma de afirmar ‘te he conocido’ desde todas las perspectivas”, declara Lita con su feroz intuición poética.
Afirma que el ‘street-art’, el arte callejero, “está muy presente en esta exposición. Es la base, el fondo, de mis imágenes. Es mi forma de decir que cualquier forma de expresión donde el arte esté presente se debe intentar entender. Es la afirmación de que el arte es comunicación y poesía en cualquier disciplina”, añade esta mujer que realizará el año que viene una ambiciosa exposición en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid). Antes, se estrenará ‘Bodas de sangre’ de García Lorca, por el zaragozano Teatro del Temple con dirección de Carlos Martín, y se presentará a los espectadores con un cartel de Lita Cabellut.
“La exposición, técnicamente, nace de una elaboración muy compleja que requiere muchísimos procesos. Es un reto alterar el material como lo altero yo y que al mismo tiempo mantenga la armonía y la espontaneidad intacta y fresca. Para mí, el arte no tiene nombre, es una fusión de experiencias y aprendizajes. Trabajo mucho el ejercicio de dar libertad a la intuición y a las diferentes capas para que el arte forme su propio objeto”, declara la artista.
Residente en La Haya desde hace más de 30 años, Lita Cabellut es una de las artistas españolas más conocidas y más cotizadas en el mundo. Trabaja en la ciudad y en el campo, cuenta con un gran equipo de colaboradores y es muy minuciosa en sus procesos, aunque luego todo lo dejar al albur de azar. Le da vuelta a su obra como a un calcetín. Su sinceridad eclipsa cualquier atisbo de vanidad. “Cuando somos sinceros el arte evoluciona, es más sabio que nosotros. Yo solamente estoy siguiendo el proceso, que es infinito. La influencia del pasado y la fusión con el futuro es urgente para aceptarnos, avanzar y arriesgar en la creación. Sin miedo y sin límites”, afirma. El pasado septiembre recibía el premio ‘Cultura’ del diario ‘La Vanguardia’.
En el catálogo, Karen van Lieverloo concreta algunos aspectos: “En su nuevo trabajo, Lita Cabellut da espacio al lenguaje visual del grafiti. Mientras que sus actuaciones anteriores se caracterizaban por una superficie rota, ahora nos deja mirar a través de sus lienzos. Al hacer aberturas en sus pinturas, Cabellut expone los grafitis del lienzo de abajo, aunque los agujeros parecen ser formas adheridas al lienzo. Con esta nueva capa juega con nuestra percepción. También abre una perspectiva íntima: la comprensión de que los rasguños en su alma la han llevado a donde se encuentra ahora. Las pinturas más recientes de Lita Cabellut no sólo reflejan un punto de inflexión en su desarrollo artístico y las capas de su historia personal, sino que al mismo tiempo revelan la universalidad de la experiencia individual”.
Estas obras para la experta devuelven a Lita Cabellut a instantes más o menos dramáticos o lúdicos de su infancia y adolescencia en Barcelona. O quizá en Sariñena, donde nació y donde vivió no mucho tiempo con su abuela. “Desde niña, Cabellut quedó fascinada por los prismas de luz y color que aporta el aceite sobre el agua. Y vendió las estrellas del cielo por el brillo que aportan a la noche. Cuando era niña tenía ojo para lo que otros no ven; como artista, ahora expresa esa riqueza interior a través de su trabajo. Sus imágenes talladas ofrecen una visión de un mundo de posibilidades en el que Cabellut sigue confiando en sus momentos más oscuros”.
