REVISTAS. OCIO Y CULTURA

El traductor Paco Uriz, el pintor Jorge Gay y la Inteligencia Artificial en la revista 'Crisis'

La publicación zaragozana, que dirige Fernando Morlanes, aborda la trayectoria del poeta aragonés en casi 40 páginas y la nueva revolución tecnológica

FRANCISCO URIZ ( PREMIO NACIONAL DE TRADUCCION ) / 10/12/2012 / FOTO : OLIVER DUCH
Francisco Uriz en 2012 en su casa de la avenida de Valencia. Fue poeta, traductor, dramaturgo, memorialista y correo de cultura hispánica en Suecia y cultura nórdica aquí.
Oliver Duch.

La revista ‘Crisis’, que dirige Fernando Morlanes, no se achanta por nada ni ante el obstáculos más veleidoso. De inmediato se pone al servicio de la actualidad y analiza cualquier fenómeno con varios puntos de vistas. Y no solo eso: por lo regular, las extensas entrevistas de Juan Domínguez son para siempre, de las que hay que guardar para conocer mejor al personaje. Y no solo eso: suelen apostar en sus ‘Homenajes’ por distintas figuras: en el número anterior lo veíamos con José Luis Rodríguez García y Encarnación Ferré y ahora lo hacen con Francisco J. Uriz Echeverría.

La Inteligencia Artificial ocupa más de 40 páginas de su número 23: desde el editorial hasta un artículo del ya citado Juan Domínguez. En medio, escriben Pilar Catalán, que firma varios textos, entre ellos uno de ‘Cíborgs/androides/clones’. En la pieza ‘Hemos quedado esta tarde con la Inteligencia Artificial’, Mari Carmen Gascón, Víctor Herráiz y Francisco J. Serón, analizan las expectativas, las posibilidades, las paradojas y los miedos. “Algunos expertos opinan que la Inteligencia Artificial es una amenaza para la humanidad (…) Otro tema es que la IA sea capaz de dominar el mundo y el ser humano”. A la vez, constatan que “parte del miedo que genera la IA viene de la ignorancia”, definen el algoritmo inteligente y plantean su texto también como un juego con el arte y con artistas como Jean Tinguely o Salvador Dalí, entre otros.

Ernesto Sarasa, en su pieza ‘Mitos de la Inteligencia Artificial, tecnolatría y fetichismo digital’, recuerda que se “impone la creencia de que la tecnología, automáticamente y por arte de magia, revela la verdad”, y a la vez recuerda que “se está convirtiendo en un ente capaz de todo, incluso capaz de convertir la democracia en una cosa obsoleta”. Escriben otros autores: David Pérez Chico, Óskar Díez, Eugenio Mateo -que titula su artículo ‘Artificio. ¿Quién es capaz de prescindir de la fantasía?’-, Ricardo Berdié -que concluye así: “El Artificio crea, pero la artificiosidad destruye… mientra la estupidez campa por doquier a toque de cliché ideológico de turno”, y advierte contra la estupidez-, Miguel García de Andrés, Fernando Gracia el título de su texto no parece inocente: ‘Artificio para las masas’, Francisca Martín-Cano, Claudio Valdivia. Todos los textos están ilustrados por diversos artistas, Sergio Abraín o los propios Pilar Catalán y Ernesto Sarasa, entre ellos, y no se eluden los viajes o consultas al diccionario para precisar algunos conceptos.

Detalle de la mesa de trabajo de Jorge Gay, que presentó en su exposición en el Paraninfo.
Detalle de la mesa de trabajo de Jorge Gay, que presentó en su exposición en el Paraninfo.
Guillermo Mestre.

El diálogo con el pintor Jorge Gay es también un viaje por su pintura y por su memoria y por la pasión por el arte. Arranca con un espléndido retrato del llorado Antonio Ceruelo. Jorge recuerda a sus maestros: su padre, Alejandro Cañada, Manuel López Villaseñor, los estudios en Barcelona, la huella del Hogar Pignatelli, y dice: “Si en el caserón donde vivíamos cundía el desánimo y el desvalimiento, el lugar donde estudié todo aquel largo tiempo era todo lo contrario. Allí acudían los niños de la parte más favorecida y acomodada de la ciudad”. Recuerda su estancia en La Codoñera, de 1957 a 1963, sus años en Roma y París… Y desliza una convicción que reitera una y otra vez: “La pintura es un gesto remoto, es un mirar antiguo. Llenarte de estímulos, retenerlos y llevarlos contigo”. A la certeza de que es gran pintor y dibujante, se añade otra: Jorge Gay es un espléndido poeta como se vio en su libro-catálogo ‘Los fugaces párpados’ de la exposición que presentó en el Paraninfo.

“La cultura se ha desvanecido, se ha ido diluyendo, ha sido colonizada y banalizada por el espectáculo y el entretenimiento”, dice Jorge Gay

Como si quisiera tender puente al tema de apertura de ‘Crisis’, a Bauman, Vargas Llosa y Antonio Muñoz Molina, dice Jorge Gay: “La cultura se ha desvanecido, se ha ido diluyendo, ha sido colonizada y banalizada por el espectáculo y el entretenimiento”. Y una confidencia más: “Pintas y escribir son tiempos similares para mí. Construyo imágenes cuando pintor y relato imágenes cuando escribo. Me siento más amparado, más cubierto y arropado en la pintura pues noto que tengo más medios y experiencia, pero siempre siento las dos del mismo modo y con la misma razón”.

En otra sección amplia, la habitual ‘Mesa redonda’, se analizan ‘¿Y los derechos humanos en la era digital?’. Conversan y escriben Andrés García Inda, Carmen Gascón Baquero, Enrique Cebrián, Pedro López López, Pedro Luis Blázquez, José Antonio Fatás, Esteban Villarrocha, Antonio Antón, María Jesús Luna Serreta, José Elías Estévez y José Luis López de Lizaga.

El embajador y creador cultural Uriz

A continuación se ofrecen casi 30 páginas dedicadas a Francisco J. Uriz (Zaragoza, 1932-2023): poeta, traductor, dramaturgo, memorialista y embajador de la cultura aragonesa y española en Suecia. La sección incorpora varios poemas suyos, entre ellos un poema a Goya, a partir de una muestra de su gran amigo Natalio Bayo ( “… y la semilla de la tierra germinará en la tierra / que está sangrando”). 

Ya en el monográfico propiamente dicho, escriben Fernando Morlanes (glosa su presencia en ‘Crisis’ y su figura, con la imagen de Atalanta miniaturas; Carmen Gascón Baquero, que le dedica a él y a su esposa Marina Torres un poema carta; Adolfo Burriel recorre su lírica completa, que publicó en Libros del Innombrable bajo el título de ‘Poesía reunida’; Pilar de la Vega habla de la amistad y de los esfuerzos por levantar la Casa del Traductor, a la que las instituciones aragonesas le han dado la espalda cuando era la más importante de España.

Paco Uriz y Marina Torres en su casa zaragozana, un santuario de palabras.
Paco Uriz y Marina Torres en su casa zaragozana, un santuario de palabras.
A. C. /Heraldo.

José-Carlos Mainer escribe: “¿Qué puede ser la poesía si no es previamente un reconocimiento de la historia común y al cabo un lugar de encuentro? Por todo eso, Francisco Uriz, un hombre libre en tiempos de domesticidad, ha venido a ser una figura tan difícilmente repetible. Lo echaremos mucho de menos”. Lola Albiac hace acopio de las muchísimas personas que conoció y trató Uriz, lo define como “una persona tan especial y, sobre todo, el que me haya dejado quererlo y hasta me quisiera, con la calidez que él me obsequiaba”. Raúl Herrero, su editor aragonés desde Libros del Innombrable (“Raúl. Soy Paco, mira, te llamo para saber qué te parece si...”, le decía para ofrecerle una traducción o un nuevo proyecto), recuerda cómo entraron en contacto en los años 90 y sus intensas y numerosas colaboraciones.

“¿Qué puede ser la poesía si no es previamente un reconocimiento de la historia común y al cabo un lugar de encuentro? Por todo eso, Francisco Uriz, un hombre libre en tiempos de domesticidad, ha venido a ser una figura tan difícilmente repetible. Lo echaremos mucho de menos”, dice José-Carlos Mainer

Ganador del Premio Nacional de Traducción en 1996 y 2012, escribe Herrero del escritor: “El mundo de Uriz me fascinaba. Me narraba sus historias junto a Arthur Lundkvist, sus encuentros con García Márquez, Neruda o Cortázar, su entrevista a Ingmar Bergman, su trabajo y sus viajes con Olof Palme, el mundo sueco, escandinavo en general, del que me describía tantas semblanzas”.

Completan las evocaciones y semblanzas Luis Beltrán Almería (que compartió con él “veinte años de paseos”), Mariano Anós (que evoca sus afectos, la pasión compartida por el teatro, y sus recuerdos en Zaragoza y Estocolmo), un poema de Clara Janés, y un texto de Eloy Fernández Clemente (recordado, a su vez, por Fernando Morlanes), precedido de una preciosa foto de Marina Torres y Paco Uriz en su juventud. Eloy recuerda uno de los sueños de su existencia: “Uno de los proyectos de su vida fue la fundación de la Casa del Traductor, apoyada desde muchas instancias, y que convirtió el Somontano del Moncayo en una fábrica de palabras y de profesionales, publicaciones, revistas, luchas por el estatuto del traductor”.

Sala de actos de Bantierra Reportaje a Paco Uriz por 40 aniversario de un documental para la tele sueca / 13-11-2017 / FOTO: GUILLERMO MESTRE [[[FOTOGRAFOS]]]
Paco Uriz en uno de los salones de la Fundación Caja Rural de Aragón, el antiguo Casino Mercantil, en el rodaje de un documental.]
Guillermo Mestre.

‘Crisis’, entre otros asuntos, se completa con una entrevista de Pilar Catalán a Mascaray (“Ser autodidacta me proporciona la libertad de elegir, no estar sujeto a reglas y cánones”, dice el artista) y Eugenio Mateo retrata Miguel Brunet, autor de la portada.

LA FICHA

‘Crisis’. Revista de crítica cultural. Dirección: Fernando Morlanes. VV. AA. Homenaje a Francisco J. Uriz Echeverría. Número 23. Zaragoza, 2023. 122 páginas.

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