Pablo Morales, el luthier que se enamoró a los 9 años de la gaita en un concierto de Carlos Núñez

Ahora no solo la toca, sino que acompaña al músico en sus giras y es de los pocos aragoneses dedicados a la fabricación de instrumentos musicales.

Pablo Morales es de las pocas personas que se dedican a la fabricación de instrumentos y el único que investiga y reconstruye antiguos.
Pablo Morales es de las pocas personas que se dedican a la fabricación de instrumentos y el único que investiga y reconstruye antiguos.
Heraldo.es

Pablo Morales tiene 37 años y desde los nueve está enamorado de la gaita. Su flechazo con este instrumento fue a aquella temprana edad, cuando asistió con su abuelo a un concierto de Carlos Núñez. Ahora no solo toca la gaita, sino que acompaña al músico en sus giras. Además, combina esta faceta sobre el escenario con otra más solitaria, que consiste en la fabricación y reconstrucción de instrumentos musicales antiguos en un taller de Caspe.

Es su localidad de origen y donde ha regresado tras haber estudiado Bellas Artes en Valencia y disfrutado de una beca Erasmus en Atenas. “Tras vivir en varias grandes ciudades, sabía que prefería la tranquilidad. Me veía más viviendo en un pueblo pequeño del Pirineo o de Asturias, pero la familia la tengo aquí, donde puedo ir sacando adelante el trabajo”, resume.

Precisamente trabajo no le falta a este luthier, término con el que se conoce a aquellas personas que se dedican profesionalmente a fabricar y reparar instrumentos musicales. Trabaja sobre todo con los de viento (gaitas de boto, dulzainas, tarotas o trompas), pero también hace cosas de cuerda y percusión. Su trabajo es totalmente manual y, según los materiales, hay que tener en cuenta que los procesos son largos. Suele trabajar por encargo y ahora mismo tiene una lista de espera de un año y medio. “Si trabajara a tiempo completo, fabricar una gaita costaría, más o menos, 15 días”, explica.

Hace apenas unas semanas Pablo inauguró su nuevo taller, ubicado en una construcción anexa a su casa de Caspe. Hasta ahora trabajaba en el propio garaje del inmueble, pero necesitaba más espacio y contar con una zona de exposición. Ahora, el siguiente paso es buscar a un aprendiz, pero no se pone fecha.

La Feria Pirenaica de Luthier, que se celebra anualmente en Boltaña, es uno de los acontecimientos más importantes del año para Pablo. Tanto es así que durante las semanas previas paraliza los encargos y se dedica a fabricar instrumentos para acudir a la cita con 'stock' para sacar a la venta.

Junto con esta vía más comercial, Pablo también invierte su tiempo, movido siempre por la pasión, en la investigación y reconstrucción de instrumentos medievales. “Recupero piezas basándome, por ejemplo, en los códices de Alfonso X El Sabio”, señala.

Mago de Oz, Fito y otros músicos con los que ha tocado

La primera incursión de Pablo Morales en los escenarios fue de la mano de Mago de Oz, cuando contaba con tan solo 14 años. Después, a raíz de mudarse a Valencia para estudiar la carrera, tuvo la oportunidad de asistir a muchos conciertos y de acceder a grupos de la escala de Fito y los Fitipaldis, con quienes llegó a colaborar para una canción.

Pero el gran paso lo dio de la mano de Carlos Núñez, aquel músico que le transmitió su pasión por la gaita hace casi 30 años. “Después de un concierto me acerqué y le dije que quería aprender a fabricar gaitas pero que a mi alrededor no tenía a nadie para formarme. Así, me dijo que viajara a Vigo para presentarme a los grandes artesanos”, relata Pablo.

De aquello surgió una amistad y también una relación profesional, ya que este joven caspolino participa en las giras del gallego desde hace unos seis años. “Él me propuso tocar con él cuando viniera a Aragón y empecé en Huesca. Después fuimos al teatro Price de Madrid y al Palau de la Música de Barcelona”, recuerda sobre los comienzos. Al mismo tiempo, se ofreció para echar una mano en los desmontajes de los conciertos y después de un tiempo ayudando, pasó a formar parte del equipo de producción.

“Después también empecé a ejercer como técnico de sonido y reparo instrumentos”, explica Pablo, cuya predisposición y ganas de trabajar le han abierto muchas puertas.

Pero si hay algo que para él haya sido clave en su carrera profesional es haber hablado siempre desde el corazón. “Cuando me he acercado a los distintos músicos para contarles mis inquietudes musicales siempre me han abierto las puertas, porque les trato desde el respeto. Además, al final todos somos personas y hablamos el mismo idioma siempre que hablemos desde el corazón”, asegura.

Pablo Morales es uno de los protagonistas del libro de Miguel Mena ‘Historias de ida y vuelta’, impulsado por la DPZ. La suya es la historia de un joven que con pasión, humildad y predisposición ha conseguido cumplir sueños y vivir haciendo lo que realmente le gusta.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión