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Adolfo Burriel: "El poema responde a algo que vivo, veo, espero o siento"

El poeta y expolítico quiere llamar la atención sobre el desasosiego del mundo con ‘El orgasmo puede ser parte del vacío’ (Olifante)

Adolfo Burriel, un soriano afincado en Aragón desde hace muchos años, en su despacho.
Adolfo Burriel, un soriano afincado en Aragón desde hace muchos años, en su despacho.
José Miguel Marco.

“El libro, a pesar de su título ‘El orgasmo puede ser parte del vacío’, no va de amores en términos habituales, sexo... Anda más bien, con una fuerte sorna -como me decía el otro día el poeta y profesor Rosendo Tello- sobre tantas y tantas sorpresas desafortunadas que uno se lleva en estos tiempos menguantes que nos tocan", dice Adolfo Burriel, que fue durante años toda una referencia política de la izquierda en Aragón y jamás dejó de escribir versos

"Llevaba unos años en el cajón, removiéndose, cambiando de poemas, corrigiendo los existentes, sin muchos esfuerzos por publicarlo. En todo caso, hay amores dolidos por todos que se nos van quedando a la espera de que los devuelvan a sus hogares. Hay poemas -creo- en los que la rabia o el desengaño se resuelven con ironía. Tanta sorpresa (negativa) me provocaban algunas situaciones que solo tenía la opción de vociferar o tomármelo con cierta ironía”, amplía Burriel. Está en posesión de varios premios y fue objeto de la edición de una amplia antología poética en Vitrubio. Ahora publica en Olifante, en la colección Papeles de Trasmoz. La Casa del Poeta, ‘El orgasmo puede ser parte del vacío’.

Así de entrada, el título choca. Ha avanzado un poco el contenido del poemario, pero ¿quiere combatir también el universo de la frivolidad y del sexo?

El título pretende, digamos, explicar cómo hasta lo más atrayente, vivido en medio del Gran Desasosiego, acaba por no ser si no una parte del vacío envolvente. Por mucho que nos reconforte, que sí nos reconforta.

Un poeta como usted, comprometido con el mundo y con la individualidad, ¿ha querido provocar, llamar la atención?

Sí, la provocación, aunque se exprese con ironía, tiene, la virtud, creo, de atraer la atención hacia tantos y tantos sucesos que no deberían ser simplemente una parte del silencio. En el fondo, sí es algo que busco.

Además de esa llamada de atención, ¿qué perseguía? ¿A dónde remite su lírica?

Si con los libros de poemas que escribo busco algo (cosa que no sé), en este caso lo que trato es de llamar la atención por el mundo que se aproxima cuando Donald Trump llega a gobernar (en él nació en cierta manera el libro), y mostrar la desazón que ello me provoca, aunque, como dije, seguimos vivos y hablamos. Que no es poco.

¿Sus libros se hacen por acumulación, por un puñado de asuntos o percibe una voluntad sinfónica?

Mis libros suelen nacer con conciencia de que empiezan, y sabiendo la razón de su comienzo. Pero, al comenzarlos, no sabría decir cuál va a sr su itinerario, ni sé si van a terminar. De hecho tengo textos que nunca han salido de los cajones. En el caso de ‘El orgasmo....’ el primer poema nació sin afán de ser parte de un libro. El libro se fue añadiendo luego, creciendo, casi sin enterarme

"La provocación, aunque se exprese con ironía, tiene, la virtud, creo, de atraer la atención hacia tantos y tantos sucesos que no deberían ser simplemente una parte del silencio"

¿Cómo se escriben los poemas? ¿Cree en la inspiración, en el azar, se impone usted mismo la escritura?

De todo un poco. En los poemas cuido mucho las palabras, corrijo mucho, cambio, añado y redondeo. Y cuido la forma. No amo los poemas que son simples líneas que se interrumpen. Y me gusta buscar, en lo que puedo, por esos lugares escondidos de los hechos donde las realidades escapan a las miradas. La realidad -también real- que no suele descubrirse. Quizás por eso los que me leen comentan que estoy atado a las imágenes.

En este libro hay crónica social, poesía amorosa, meditación crítica, desazón política, como ha dicho, exaltación del yo... 

Sí, hay un poco de todo, hasta una canción infantil, o el juego con una canción infantil "que llueva, que llueva / la virgen de la cueva" para jugar con las palabras. Pero siempre pisando el mismo camino, o saliéndome poco del camino. Eso espero que pase. Hay poemas -creo- en los que la rabia o el desengaño se resuelven con ironía. Tanta sorpresa (negativa) me provocaban algunas situaciones que solo tenía la opción de vociferar o tomármelo con cierta ironía.

En cualquier caso, hay dos partes muy claras…

Una más ‘juguetona’ y otra más sería, con poemas que se acomodan más a los que suelo hacer habitualmente, más amarrados a la imagen y más cargados de lamentaciones sin matices. Escribo casi siempre sin saber si voy a terminar los libros, y suelo partir del poema que un día se me escapa. Pero, eso sí, siempre con conciencia de que el poema responde a algo que vivo, veo, espero o siento más allá del simple instante en que lo escribo.

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