Bunbury pone en preventa este miércoles las entradas de su concierto de 2024 en Madrid
El zaragozano anunció hace semanas que solamente dará 10 recitales entre este año y el próximo, 9 en América. La cita española será el 29 de junio del año próximo en el Wizink Center
Enrique Bunbury está poniendo a la venta las entradas para los 10 conciertos proyectados entre 2023 y 2024, cinco por año. La única cita española será el 29 de junio del año próximo en el Wizink Center de Madrid, y desde que trascendieran las sedes de su ‘no gira’ tras el lanzamiento del nuevo disco ‘Greta Garbo’ a finales del pasado mayo, la afición local esperaba como agua de ídem el anuncio de la puesta en circulación de las entradas para esta cita.
Las otras nueve fechas anunciadas hasta ahora (y Bunbury recalca que no habrá más) son en América. Para el concierto de Los Ángeles, por cierto, Bunbury ha empleado unas imágenes promocionales registradas en Zaragoza. Para ir al concierto de Madrid se podrá emplear la plataforma Ticketmaster España este miércoles 14 de junio a partir de las 12.00, introduciendo para acceder a la cola virtual la contraseña ‘GRETAGARBO’. El jueves 15 de junio, desde las 9.00, comenzará la venta general, también por Ticketmaster, aunque otras plataformas como Tomaticket también la anuncian ya con una cuenta atrás en el espacio reservado al concierto.
Las otras fechas previstas son el 5 de diciembre de 2023 en Buenos Aires (Argentina), el 8 del mismo mes en Santiago de Chile, el 11 en Lima (Perú), el 14 en Quito (Ecuador) y el 16 en Bogotá (Colombia). En 2024 actuará el 8 de junio en Ciudad de México, el 12 en Guadalajara (México), el 15 en Los Ángeles y el 18 en Nueva York (Estados Unidos).
El nuevo disco de Bunbury, que ha recibido una calurosa acogida entre sus seguidores y la crítica especializada, está producido por Adan Jodorowsky, quien también se encargó de tocar el bajo en la grabación. El músico mexicano nacido en París y de ascendencia chilena (es hijo del psicomago Alejandro Jodorowsky) ha redondeado un sonido muy orgánico, que calza perfectamente con el punto épico y melancólico del Bunbury tradicional, pero le quita al mismo tiempo algo de ropa a la música.
