cine
Fernando Esteso: “De todo lo que podía elegir, elegí ser entrañable”
El actor zaragozano disfruta del reciente estreno en salas de ‘Loli Tormeta’, de Agustí Villaronga.
Desde una cafetería en Valencia, ciudad en la que reside hace una década, el actor y humorista Fernando Esteso (Zaragoza, 1945) reconoce estar viviendo uno de los momentos más especiales de su prolija carrera como intérprete. A sus 78 años acaba de estrenar en cines ‘Loli Tormenta’, una comedia -como no podía ser de otra manera-, dirigida por el recientemente desaparecido Agustí Villaronga, y en la que comparte escena con Susi Sánchez.
“Era un hombre muy especial, entrañable y divertido. Para mí este trabajo ha sido el verdadero premio que me ha dejado en su testamento”, reconoce Esteso, que asegura que jamás olvidará el momento en el que recibió la propuesta de dar vida al personaje de Tío Ramón, hermano de la protagonista afectado por un cáncer de laringe. “Era el único papel para el que no hubo casting. Agustí tenía claro que quería que lo hiciera yo”, afirma emocionado.
Un papel que para él, que llevaba años sin dar vida a un personaje protagonista en la gran pantalla, supuso un doble reto. “Me pegué meses visitando un centro de recuperación de personas operadas de cáncer de garganta para aprender a hablar como ellos. Ha sido algo muy intenso”, admite.
Y es que, tras una vida entrera dedicada al mundo de la interpretación, este papel ha sido un auténtico regalo. “Sentir el cariño de la gente, el afecto del público, es algo importante para mí. A lo largo de mi carrera he hecho algo más que chuparle el pezón a Estela Reynolds”, bromea, haciendo alarde del gran sentido del humor que siempre le ha acompañado. “He tenido la suerte de poder entrar en las casas de la gente sin llamar a la puerta. Puedes ser popular y famoso, pero no querido. De todo lo que podía elegir, elegí ser entrañable”, reivindica.
Y es que Fernando Esteso nació actor. Siempre supo que quería ser artista y, la vida, se lo puso en bandeja. “Mis padres tenían una compañía, ‘Brisas del Ebro, y empecé a actuar con dos años y medio”, rememora. “Recuerdo que entre los 4 y los 11 años asistía a clases en la academia ‘Los Amigos del Arte’, fundada por la madre de Corita Viamonte. "Cada dos meses estrenábamos en el Teatro Principal y era una delicia pisar el escenario y recibir el aplauso y el cariño del público. No tiene precio”, afirma.
De los besos censurados a triunfar en el destape
Y es que Esteso se reconoce como “un niño que quería jugar a ser artista, y saber de todo, hasta que dejó de ser un juego”, añade. “Siempre preferí ser un segundo en todo, que un primero frustrado”, reivindica.
Recuerda mucho sus tardes en el cine ubicado en el parque de Torrero, regentado por los curas. “Íbamos todos los críos del barrio a ver las películas del Oeste, y cuando llegaba el Séptimo de Caballería… no veas qué alboroto”, afirma. Casi tanto como cuando llegaba la escena del beso y el religioso a cargo de la proyección colocaba sutilmente su sombrero sobre el cañón, tapando lo que ocurría.
Quién le iba a decir al zaragozano que, años después, entre los 70 y los 80, se convertiría en uno de los actores más famosos del denominado “cine del destape”. Cosas de la vida. Aunque si hay algo que él ha procurado siempre con su trabajo, ha sido “hacer feliz a la gente”. Por eso, afirma, eligió el género de la comedia. “Es el más bonito, pero también el más complejo de todos, porque tienes que hacer algo histriónico cargado de naturalidad. Todos los humoristas llevamos un tragicómico dentro”, explica.
Tampoco olvida que, gran parte de lo que hoy es, tiene que ver con su tierra. Cada vez que pasa por Aragón, y ve el letrero que le da la bienvenida a estos lares, se emociona sobre manera. “Empiezo a cantar jotas y no paro hasta que me quedo sin voz”, reconoce.
Y es que Fernando reconoce que él tiene tres madres: “La que me vio nacer, la Virgen del Pilar, y mi querida tierra”.
