Un euro por un castillo medieval

Almonacid, un pueblo de Toledo, vende su fortaleza con la condición de que el comprador la restaure por completo y se comprometa a su mantenimiento.

Castillo de Almonacid de Toledo.
Castillo de Almonacid de Toledo.
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Convertirse en el dueño y señor de un castillo medieval ya está al alcance de muchos que nunca creyeron en poder hacer realidad ese sueño. El de Almonacid, un pueblo de apenas 700 vecinos en la provincia de Toledo, se vende al módico precio de... ¡un euro! Eso sí, el nuevo propietario deberá comprometerse a restaurarlo por completo y mantenerlo en el futuro. Y eso ya es harina de otro costal.

El castillo, que es propiedad del ayuntamiento de este pequeño pueblo manchego, es una fortaleza de origen musulmán construida hacia el siglo IX con el fin de vigilar uno de los caminos que conducían al sur de Al Andalus, la actual Andalucía.

En el año 854 fue escenario de una gran batalla entre las tropas del emir de Córdoba y los rebeldes de Toledo. A mediados del siglo XI pasó a manos de Alfonso VI, rey de Castilla y León como parte de la dote de Zaida, su esposa, una princesa musulmana emparentada con el rey de la taifa de Córdoba y de cuyos ojos se decía que eran estrellas. Posteriormente, en 1086, fue donado por el monarca a la catedral de Toledo, siendo reformado en el siglo XIV por mandato del arzobispo Pedro Tenorio.

Cárcel y residencia

El castillo fue utilizado después como mazmorra donde estuvo prisionero durante ocho años Alfonso Enríquez, conde de Gijón y Noreña, hijo bastardo de Enrique II, apresado por orden de su hermano, Juan I de Castilla. En el siglo XVIII pasó a manos de los condes de Mora y llegó a ser propiedad de María Eugenia de Guzmán y Portocarrero, más conocida como Eugenia de Montijo, la aristócrata granadina que se convirtió en emperatriz de Francia como esposa de Napoleón III.

En el año 1809 sirvió de refugio a las tropas del general Venegas en la lucha contra los franceses en la Guerra de la Independencia, pero fue conquistado por el ejército napoleónico comandado por Sebastián, Desoyen y José Bonaparte, que destruyó parte de sus dependencias en su posterior retirada.

Treinta años más tarde, el Ayuntamiento de Almonacid de Toledo, ante las necesidades económicas de la época, permitió a los vecinos sacar ladrillos de la fortaleza para ponerlos a la venta, con lo que entró en un estado de abandono del que no ha podido recuperarse hasta ahora.

Rodeado hoy de vegetación y en estado de ruina, el castillo y su preciada historia siguen en pie: aún conserva muros almenados, un recinto interior y la torre del homenaje, de tres plantas y con bóvedas de ladrillo. También quedan restos de dos aljibes, un silo para almacenar grano y varias habitaciones.

Declarado Bien de Interés Cultural, llegó a contar con depósitos de agua, panadería, graneros y un gran salón de 70 metros cuadrados con su chimenea. Elementos que puede recuperar si alguien decide comprarlo por un euro y rehabilitarlo por completo. A cambio, residirá en un castillo medieval situado a 90 kilómetros de Madrid.

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