Ricardo García Vilanova, fotoperiodista: “El poder de las armas te vuelve inmortal e impune”

¿Cómo evolucionará el conflicto de Ucrania que cubre desde hace un año?Veo dos escenarios. Un enquistamiento a largo plazo como Irak o Afganistán. O un agravamiento con Vladímir Putin acorralado capaz de provocar un conflicto nuclear a pequeña escala.

¿Descarta la opción de la paz?Ya está superada. Ni Ucrania ni Rusia pueden aceptar condiciones que supongan una derrota ante sus opiniones públicas. Ucrania defendió su soberanía, pero el conflicto se ha globalizado.

¿Qué deberían hacer las potencias europeas?Forzar un acuerdo antes de que sea demasiado tarde. El canciller alemán Olaf Scholz ha dicho que su gobierno hará todo lo posible por evitar lo que parecía imposible hasta hace poco: una escalada bélica entre Rusia y la OTAN. Porque esa opción sería la antesala de una guerra mundial y empezaría de nuevo en nuestro continente. 

Empezó a cubrir guerras hace un cuarto de siglo y ha estado en las más duras, como Siria, Libia, Irak, Afganistán, Nagorno Karabaj, etc. ¿Qué diferencias ve con Ucrania?
El interés de la población mundial por todos los conflictos que ha nombrado ha sido escaso. Ni siquiera se ha hecho una buena cobertura sobre las consecuencias del último terremoto en Siria. En cambio los europeos se han volcado con los refugiados ucranianos.

Estudió fotografía en la Universidad Politécnica de Cataluña y amplió estudios de fotoperiodismo en la Escuela Lumière de París. ¿Cuál fue su primera cobertura?
En mis inicios hice un viaje a los campamentos de refugiados saharauis en Argelia. Fotografiaba bodas, hacía algo de publicidad y con las ganancias me pagaba aquellos primeros viajes. Siempre tuve interés por la historia, el arte y la fotografía, que es una forma de expresión artística inmediata. Me empecé a interesar por otras culturas desde muy joven.

¿Podría haberse dedicado a la antropología?Siempre me ha interesado esta vinculación inherente del ser humano con la guerra. En nuestras sociedades hemos establecido unas normas sociales con castigos para quienes no las respetan. En las guerras toda norma desaparece. Sería fácil vivir en paz y, en cambio, somos incapaces desde el principio de la humanidad. Al periodista le queda la posibilidad de concienciar a la sociedad, porque lo que no se cuenta no existe.

¿Sigue confiando en la bondad del ser humano?Totalmente. He visto la maldad pero también la bondad por puro altruismo. La guerra saca lo peor de nosotros, pero también lo mejor.

¿Por qué la guerra transforma tanto?El poder de las armas te vuelve inmortal e impune. Hay personas que las utilizan para vengar la brutalidad de la guerra sufrida por sus seres queridos en el presente o el pasado.

¿Es tan fácil manipular a las personas para que hagan la guerra?Edmund Burke, escritor y político irlandés, dijo: "Para que el mal triunfe, solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada".

Ha estado secuestrado durante seis meses en Siria y fue herido en varias ocasiones. No le gusta hablar de ello y lo describe como accidentes laborales. ¿Se ha vuelto más precavido?
He querido vivir sin miedo. Sé que hay un tiempo limitado en la vida. Para saber vivir hay que saber morir, como decía el filósofo. Como sabemos que todos vamos a morir, lo fundamental es decidir cómo quieres vivir.

Se encontró con dos de sus secuestradores y asesinos de varios compañeros cuando estaban encarcelados. ¿Qué sintió?
El poder es el don de la oportunidad. Cuando pierden esa capacidad de matar se convierten en seres anodinos. Sentí una gran indiferencia. Nunca quise que el secuestro me afectara en lo personal. No me han herido, secuestrado o intentado matar por mi persona sino por lo que represento: soy periodista, occidental, infiel. Nada de lo ocurrido tiene que ver contigo.