Fadeyechev, un coreógrafo que vale la pena

El State Ballet of Georgia, dirigido por la bailarina Nina Ananiashvili, presentó ‘El lago de los cisnes’ en el Auditorio de Zaragoza

El State Ballet de Georgia presentó 'El lago de los cisnes' en el Auditorio de Zaragoza.
El State Ballet de Georgia presentó 'El lago de los cisnes' en el Auditorio de Zaragoza.
H. A.

Con el primer fresco otoñal hemos inaugurado ya la temporada de grandes ballets del repertorio clásico. El State Ballet of Georgia, compañía dirigida por la bailarina Nina Ananiashvili, presentó ‘El lago de los cisnes’ en el Auditorio de Zaragoza, un programa con arreglos coreográficos del también famoso bailarín Aleksey Fadeyechev. Con estos mimbres, ya teníamos la seguridad de que se iba a ver una buena versión de la obra.

‘El lago de los cisnes’ sigue siendo el ballet más importante de la trilogía de Tchaikovsky que, recordemos, recrea una leyenda alemana en la que se funden música y coreografía con total armonía. Sobre la base de los grandes Petipá e Ivanov, Fadeyechev ha variado, en esta ocasión, el orden habitual de los actos y comienza ya con el segundo: el de los cisnes, que actuaron con la igualdad los caracteriza. Y dieron entrada a Odette, encarnada por la bailarina Laura Fernández, quien demostró que el papel le encaja estupendamente. Desde el primer momento lució seguridad en los equilibrios, sensibilidad, y mostró brazos perfectos de cisne. Y Papuna Kapanadze le acompañó en calidad de excelente ‘partenaire’.

Al tercer acto se le añadió el paso a tres correspondiente en origen al primer acto. Es una joya muy lograda también en esta versión, en la que lo bailan bien y emplean bellos trajes. Le siguieron las tres danzas en palacio, bien bonitas todas. Laura Fernández, en el papel de Odile, bordó la técnica. Lo hizo desde el paso a dos a la variación y la coda, que incluían unos cambios de Fadeyechev hermosos pero difíciles. También Kapanadze estuvo muy bien en su variación. 

En el cuarto acto regresaron los cisnes, esta vez capaces de derrotar al maléfico Rotbart y, gracias a ello, Odette recuperó su apariencia humana. En conclusión: ha sido otra representación en la que hemos disfrutado mucho con el State Ballet of Georgia.

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