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Surrealismo pop desde un estudio en el barrio de San José para todo el mundo

La artista zaragozana Karla Pereira, de 35 años, ha expuesto su cotizada obra en Estados Unidos, Australia, Japón, China, Francia o Reino Unido.

Karla Pereira, en su estudio zaragozano
Karla Pereira, en su estudio zaragozano
K. P.

A sus 35 años, Karla Pereira devora un momento profesional excitante y pleno. La artista zaragozana –nacida en Ibiza por motivos laborales de sus padres– se dedica profesionalmente a la pintura, habiendo realizado exposiciones en Estados Unidos, Reino Unido, Portugal, Francia o Australia y preparando la que será la hasta ahora su más ambiciosa muestra, el próximo enero en Hong Kong. Y es que sus obras, adscritas al movimiento denominado surrealismo pop, cotizan muy alto en el mercado del arte. Una labor que efectúa desde su estudio en el barrio de San José de la capital aragonesa.

Una vocación que encuentra sus raíces en la infancia. "Desde pequeña siempre me he sentido atraída por el mundo de arte, he pasado de hacer mis pinitos en la música a estudiar baile o dirigir y protagonizar cortometrajes, pero la pintura y el dibujo siempre han sido una constante en mi vida. Mi madre pintaba también cuando era joven, tenía un estilo impresionista con el que llegó a ganar algún certamen, pero por circunstancias de la vida nunca llegó a dedicarse a ello de manera profesional. El arte siempre estuvo presente en mi casa pero también sabía lo difícil que puede ser seguir una vocación como esta, y más trabajando un estilo que no se conoce mucho en España. Para poder dedicarte a tu pasión a veces hay que lanzarse y mirar más allá", sintetiza.

Aunque fue realmente en 2012 cuando comenzó a dirigir sus esfuerzos y anhelos hacia los pinceles y los lienzos. "Después de estudiar y trabajar en diferentes sectores durante unos años, fue en 2012 cuando decidí retomar la conexión con el mundo del arte estudiando la carrera de Historia del Arte en Valencia, donde viví unos años. En 2016, después de graduarme, me empecé a plantear dedicarme por completo a mi carrera artística como pintora autodidacta y, un año más tarde, ya me dedicaba a ello de manera profesional teniendo mis primeras exposiciones", relata.

Fue precisamente en la etapa universitaria en tierras valencianas cuando sintonizó con el surrealismo pop o lowbrow. La principal característica de este movimiento surgido en California en los 70 y 80 es la mezcla de elementos de la cultura pop con imágenes inquietantes o extravagantes. Se deja influir por muchas fuentes y tendencias audiovisuales: se inspira en personajes de dibujos animados o cómics, monstruos del cine o personajes televisivos, elementos del mundo infantil o juguetes, circo, cultura tiki, psicodelia o ciencia ficción, y se podría definir como un híbrido entre el arte pop y el surrealismo, mezclado con ironía y kitsch. El descubrimiento de artistas como Mark Ryden supuso una epifanía para Karla Pereira. "Durante la carrera en Historia del Arte tuve mi primer contacto con el surrealismo pop. Unos años antes empecé a pintar chicas de ojos grandes, me fascinaban ese tipo de proporciones, pero me daba miedo enseñar mi obra y que nadie la entendiera o supiera de qué se trataba. Fue maravilloso encontrarme con el trabajo de artistas como Mark Ryden, Marion Peck, Margaret Keane, Nicoletta Ceccoli… y saber que ya había un público enamorado de esa estética a nivel internacional. El juego de aunar técnicas y elementos clásicos con unas figuras de proporciones surrealistas y escenas fantásticas es lo que me atrajo", razona.

Fuerza y esperanza

La zaragozana trata de verbalizar y plasmar en palabras cuál es el hilo argumental por el que transita su obra. "Se centra en reflejar la belleza de otro universo, un universo donde los personajes femeninos fuertes e independientes tienen el protagonismo. Esencialmente mi trabajo busca por medio de esas proporciones surrealistas y atmósferas oníricas escapar de los horrores que el ser humano comete cada día, transmitiendo fuerza y esperanza a través de unos ojos grandes", detalla.

Un lenguaje universal y muy potente en lo visual que le está labrando una exitosa carrera. "Al poco tiempo de empezar a enseñar mi trabajo en redes sociales ya tuve mis primeras exposiciones en países como Australia, Reino Unido, Francia, Estados Unidos… y mi obra empezó a venderse a coleccionistas internacionales. Hace un par de años comencé a exhibir mi obra en Copro Gallery, una de los mejores galerías de surrealismo pop de Los Ángeles y también en Japón, Hong Kong y Shanghái, donde he participado en prestigiosas ferias de arte. El próximo mes de enero tendré mi exposición más grande hasta la fecha en Hong Kong", enumera. Como prueba del interés que genera, las obras que expuso el pasado mayo en una exposición individual en la mencionada Copro Gallery angelina se despacharon por entre 2.000 y 4.000 euros.

Tamaña repercusión supone un combustible impagable para seguir ampliando horizontes. "Ver qué tu trabajo es reconocido a ese nivel y que tantos coleccionistas alrededor del mundo añaden tus obras a sus increíbles colecciones es algo que te llena muchísimo como artista", reconoce. Aunque todavía tiene una aspiración por cumplir, mostrar su obra en ‘casa’: "Espero poder exponer mi trabajo pronto en Zaragoza, para mí sería un honor increíble representar este movimiento artístico en mi ciudad", reconoce.

A la espera de ser profeta en su tierra, aquellos que quieran acercarse a la producción de Karla Pereira pueden consultar su cuenta de Instagram (@karlapereirart), donde informa de todas las novedades, o suscribirse en la web www.karlapereira.com para recibir las actualizaciones sobre sus exposiciones y donde también oferta obra original exclusiva.

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