música

Segunda andanada de banjo para los aragoneses The Bluegrass Lions

‘Viejos, viajes y tumbas’ es el segundo disco de esta banda liderada por el multiinstrumentista Roberto Artigas

The Bluegrass Lions, con Roberto Artigas a la izquierda.
The Bluegrass Lions, con Roberto Artigas a la izquierda.
HA

Hace apenas siete mesas, la banda zaragozana The Bluegrass Lions presentaba su primer álbum, ‘Montañas brumosas’, un lanzamiento retrasado por los efectos colaterales de la pandemia en los planes de la cultura. El inconfundible estilo del grupo, marcado por el banjo de ese hombre orquesta casetero que es Roberto Artigas, se desplegaba en un disco tan áspero como cálido en la producción. Esta semana, con algunas canciones ya rodadas en directos previos, presentan un segundo álbum: ‘Viejos, viajes y tumbas’.

El folclor estadounidense llevado al castellano. Líneas gordas de contrabajo y alegres violines pespunteando canciones que hablan de historias imperecederas, tantas veces reflejadas en la literatura y el cine; sonidos montañeses de celebración que también funcionan en Vinos Chueca, funcionan cerca, ‘okies’ rumiando sus desdichas pretéritas en la soleada California que se acercan a la balsa del Ojo del Cura, tramperos en el Yukón que también gustan del Ebro y el Jalón... el disco estará a la venta en Musicópolix y Vinos Chueca, con portada de Xcar Malavida, y se presentará en directo el próximo jueves 27 a las 21.30 en La Malteadora.

La temática de las canciones no tiene desperdicio. Así, por el imaginario colectivo del grupo pasa “un viejo pendenciero y jugador con un negro destino y 6 balas con su nombre, una joven con nombre de flor y mal de amores en las colinas de Carolina del Norte, un anciano violinista que no recuerda su melodia en las montañas de Arkansas, un viajero que Ilega al final de su camino donde le espera su gente cantando y bailando, un gañán de los Appalaches que Ilega tarde a su propio entierro o un hombre que a las puertas de la muerte saca fuerzas de su rabia y se revela contra la sinrazón”, según explica Roberto Artigas.

Además del color proporcionado por los instrumentos descritos, no faltan las mandolinas, armónicas y guitarras. El disco está producido por Allué Cester (que se encarga además del violín y la mandolina) y cuenta con el propio Artigas (GranBob, nombre artístico de largo recorrido) al contrabajo, banjo, guitarra, armónica y voz principal. Gaby Morgan también se explaya con el banjo y Julio Lopez, junto a Javier Marín, se encargan de las guitarras. La taberna Vinos Chueca, abierta desde 1940 y que fue antes carbonería, está regentada por Roberto Artigas y su esposa Angelines Chueca, continuadora de la saga familiar; el enclave ha sido testigo de los ensayos con público y algún que otro recital del grupo, así como de otra de las apuestas de su cabeza visible, como Blues Whale o la inolvidable aventura de los 3 Norteamericanos que formó junto a David Giménez y Joaquín Carbonell.

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