El Ateneo de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) de la Universidad de Zaragoza contó ayer en su sesión 330 con la participación de la periodista Pilar Perla Mateo, coordinadora de ‘Tercer Milenio’, el suplemento de ciencia, tecnología e innovación de HERALDO.

Su conferencia ‘Tercer Milenio: contar la ciencia desde un periódico. Un reto en colaboración’ tuvo lugar en la sala de Grados del edificio Torres Quevedo, en el Campus Río Ebro de la Universidad de Zaragoza. El catedrático Francisco José Serón moderó el coloquio posterior al acto, que también contó con el director de la EINA, José Antonio Yagüe, y el director de la Cátedra Samca de Desarrollo Tecnológico y del I3A, Pablo Laguna.

Perla inició su ponencia con un recorrido por la historia de ‘Tercer Milenio’, cuyo primer número vio la luz el 8 de junio de 1993. con el reportaje central ‘Un túnel bajo el mar’, sobre el Eurotúnel que conecta Francia con el Reino Unido. Precisamente, «conectar es lo que siempre ha querido hacer ‘Tercer Milenio’. Así comenzaba una exigente empresa cultural para establecer un puente entre ciencia e información», rememoró Perla.

Desde su existencia, el suplemento se ha adaptado a nuevos formatos hasta adquirir una tercera dimensión digital. «En su décimo aniversario editamos un CD-ROM recogiendo una serie de contenidos. Después nació la web, hoy también estamos presentes en las redes sociales y desde 2015 celebramos cada año los Premios Tercer Milenio, que nos reúnen a todo ese ecosistema de divulgación, investigación e innovación y brindan la oportunidad de poder expresar el aprecio social de quienes llevan a cabo esta labor», añadió.

"Artesanía divulgativa"

La coordinadora de ‘Tercer Milenio’ señaló que «el hecho de haber sobrevivido con ocho páginas desde 1993 es un caso excepcional en la prensa impresa en España». La publicación ha logrado mantenerse gracias a los patrocinios, y también porque desde el primer momento fue un contenido «hecho para los lectores, pero con los científicos».

La periodista mostró varios reportajes publicados en este cuadernillo, ejemplo de una «artesanía divultgativa que deja espacio para la creatividad», sintetizó.

«Además de cultura científica necesitamos cultura mediática para vivir con los ojos abiertos y que no nos engañen. Confiar en una información ordenada nos hace saber que eso es agua potable, algo de lo que nos podemos fiar. Más que nunca necesitamos científicos que se expliquen bien y periodistas que pregunten y cuenten bien lo que ocurre. Para divulgar hay que saber preguntar lo que interesa al público», subrayó.