Els Joglar explora en el Principal las fronteras entre arte y libertad de expresión

La compañía catalana, que cumple 60 años de trayectoria, estrena en Zaragoza '¡Que salga Aristófanes!', obra que llevará luego de gira por toda España

Un momento de la obra, que se representará en el Principal hasta el 23 de enero.
Un momento de la obra, que se representará en el Principal hasta el 23 de enero.
José Miguel Marco

Un catedrático de Clásicas destituido de la universidad es internado en un Centro de Reeducación Psicocultural debido a las secuelas mentales producidas por su cese. Su conocimiento y admiración por el mundo clásico le hace asumir por momentos el personaje de Aristófanes. Así, entre la realidad y la ficción, imagina el dramaturgo griego como modelo de libertad frente a una sociedad cada vez más repleta de tabús intocables. Este es el punto de partida de '¡Que venga Aristófanes!', la última obra de la compañía catalana Els Joglars, que se estrena este jueves en el Teatro Principal de Zaragoza y que podrá verse en nueve funciones, del 13 al 23 de enero (entradas, 5-25 euros).

De Els Joglars poco puede decirse ya. La compañía nació en 1962 y evolucionó desde el mimo a un estilo personal, irreverente y transgresor, que solo cultivan... Els Joglars. Sesenta años de trayectoria cumplen ahora (los celebrarán este verano con una fiesta a la que estarán invitados dos espectadores del público que asista a cada función zaragozana), con 40 producciones puestas en pie. Aun celebrará la compañía otro aniversario redondo este año, al cumplirse un decenio de que Ramon Fontserè se pusiera al frente de la compañía, relevando así al carismático Albert Boadella. Els Joglars lleva varias semanas recluido en sus cuarteles de invierno en el prePirineo ilerdense preparando esta obra que han querido estrenar en Zaragoza, confirmando así ese carácter de piedra de toque que el mundo del teatro ha atribuido tradicionalmente a la capital aragonesa. 

La obra es humor químicamente puro al servicio de lo políticamente incorrecto. Pero a lo largo de su hora y media de duración ahonda en un tema muy de actualidad, el de cómo la corrección y el discurso único están atenazando las artes escénicas y el arte en general. Proponen, una vez más, humor que incomoda y que hace pensar. 

"El sentido del humor es imprescindible -reflexionaba este miércoles Ramon Fontserè-, una muestra de inteligencia. Yo soy de la generación de los 80, momento en el que en España se vivía una libertad fantástica. Entonces hacíamos series de televisión que hoy no se podrían realizar porque estarían prohibidas Veníamos del franquismo y el público quería actores y actrices muy potentes, con mucha personalidad. Ahora todo el terreno teatral está minado. No puedes dar un paso sin que nadie se enoje. Y el tema es que el arte está para aportar matices, para hacer reflexionar".

"Los señalamientos cambian y las cazas de brujas también, pero siguen estando ahí -añadía una de las actrices de la obra, Dolors Tuneu-. Las hogueras de hace unos siglos son hoy las redes sociales, y lo que tiempo atrás estaba prohibido hoy es 'trending topic'. Si sometemos el arte a la moral, el 80 % de las obras desaparecen".

Así que Els Joglars ha querido reflexionar sobre la disidencia controlada y la que no lo es, sobre los linchamientos sociales, sobre las cancelaciones. Y lo ha hecho remontándose a una cultura clásica, la griega, y a un autor, Aristófanes, que sufrió el problema en su día. Tras la guerra del Peloponeso ya no pudo tratar en sus obras los temas culturales y políticos, como había hecho hasta entonces. 

En el reparto, además de Fontserè y de Tuneu, están Pilar Sáenz, Xevi Vilà, Angelo Crotti y el aragonés Alberto Castrillo-Ferrer, que se inició hace cinco años en El Joglars como actor, y que vuelve en esta obra a ser codirector de una de sus producciones. El espectador se sorprenderá, en un momento del espectáculo, viéndolo encarnar a una estatua Miguel de Cervantes, pero con la cabeza en la mano, como si fuera San Lamberto. Acude a Fidias en busca de que le repare, tras los daños causados por los nuevos iconoclastas.

"Els Joglars es una compañía imprescindible en España -aseguraba al presentar la obra Castrillo-Ferrer- porque entre las funciones del teatro no está la de dar moralina al espectador, pero sí estimularle a que se haga preguntas. La compañía ha estado siempre muy atenta a los tabús que quedaban por tocar o a los que se han ido creando nuevos". No es Alberto Castrillo-Ferrer el único aragonés en la producción, ya que David Angulo se ha ocupado del apartado musical.

'¡Que venga Aristófanes!" es el espectáculo número 22 que Els Joglars presentan en el Teatro Principal, lo que prueba que tienen un público fiel y que se renueva década a década.

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