cine

Medio siglo sin la actriz Judy Garland

Prometió que en el arcoíris se cumplían los sueños. Su muerte, hace 50 años, dio fuerzas al movimiento LGTB+ y durante años se relacionó su funeral en Nueva York con el inicio de los disturbios de Stonewall

Judy Garland, como Dorothy en 'El mago de Oz'
Judy Garland, como Dorothy en 'El mago de Oz'
MGM

Hace 50 años moría uno de los mitos de Hollywood, icono musical y cinematográfico. Judy Garland falleció el 21 de junio de 1969 en Londres a consecuencia de una sobredosis y era enterrada el 27 de junio, en Nueva York. Tenía 47 años y había protagonizado películas como ‘El mago de Oz’ o ‘Ha nacido una estrella’.

Pero, ante todo, Judy Garland es símbolo de superación. Quizá por ello es el icono por excelencia de la comunidad de gays, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTB+). Artista precoz, sufrió ya desde adolescente los abusos de Hollywood. El vetusto Louis B. Mayer, fundador de la Metro Goldwyn Mayer, que durante toda su vida se refirió a ella como "la jorobada", le recomendó una dieta a base de sopa y pastillas para adelgazar. Las drogas formarían, desde entonces, parte de la vida de la actriz, hábito que la llevaría a su muerte.

La Metro la obligó a abortar el que habría sido su primer hijo, tras casarse con el compositor David Rose. Tras su divorcio, conocería al cineasta Vincent Minelli, con quien tendría una hija, la también leyenda e icono Liza Minelli. Las drogas e inestabilidad mental llevaron a su despido a finales de los 40. Regresó fugazmente, para protagonizar ‘Ha nacido una estrella’, y se alejó de las pantallas para vivir una exitosa carrera en las tablas. Con los años, y a pesar de vivir momentos de popularidad, como el exitoso programa de televisión ‘The Judy Garland Show’, su deterioro físico y mental aumentó y en los últimos años ya se temía un desenlace trágico para la actriz.

Símbolo de lucha

Durante el funeral, el 27 de junio de 1969, el actor James Mason, con quien había protagonizado ‘Ha nacido una estrella’, dijo de ella que «su mayor talento era hacer brotar lágrimas de una piedra». Más de 20.000 personas pasaron ante el féretro de la actriz, largas filas que obligaron a la funeraria a mantener abiertas las puertas durante toda la noche. Entre esas personas que pasaron a despedir a Garland se encontraba la activista transexual Sylvia Rivera, protagonista de los disturbios que tuvieron lugar en la taberna de Stonewall esa misma noche y que iniciaron las protestas del colectivo LGTB. "Se notaba en el ambiente que algo iba a ocurrir. La muerte de Judy Gardlan nos dio fuerzas esa noche".

La lucha por los derechos del colectivo no nació esa noche ni se debió a la muerte de Garland, pero quienes aquella noche estaban en Stonewall y que se enfrentaron a la Policía durante la redada. Quizá porque pensaron que con Garland se había apagado el arcoíris.

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