Ludotecas para huir del calor

No todo va a ser piscina. Los más pequeños pueden también escapar del calor (y de los padres) en las actividades que proponen bibliotecas, museos y centros cívicos.

Eliseo Tudor, de naranja, rodeado de los pequeños ebanistas en el taller de la Harinera.
Eliseo Tudor, de naranja, rodeado de los pequeños ebanistas en el taller de la Harinera.
Raquel Labodía

A sus 8 años, Laura asegura no perderse ni una actividad literaria de la biblioteca municipal Fernando Lázaro Carreter, en el barrio de Torrero, en Zaragoza. "Y menos aún la del ‘Principito’, porque me gusta muchísimo. He leído parte del libro, he visto la película y quería pintar el avión", sonríe, sin levantar la vista del papel. Es una de las actividades de verano de las bibliotecas zaragozanas que son, literalmente, a la fresca, porque se disfrutan con aire acondicionado. "Y nuestro verano no es para estar siempre en la calle, a veces hay que estar dentro. Por ejemplo, leyendo un libro", destaca Marimar García, bibliotecaria del centro.

Centros cívicos, bibliotecas y museos proponen en Aragón actividades para los más pequeños que abren también en agosto. En el caso de las bibliotecas, desde el pasado 25 de junio y hasta el 31 de agosto, se reparten durante la semana propuestas que van desde el décimo aniversario de la Expo al centenario de la declaración del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, pasando por historias relacionadas con vacaciones en la montaña... "También tenemos un ‘muestrario’ para celebrar el 200 aniversario de la publicación de ‘Frankenstein’, de la escritora Mary Shelley. Y otras recuerdan el 75 aniversario de ‘El principito’". Son en general actividades para los más pequeños, que se basan en dibujar, recortar, colorear o pegar. "Pero entre pintura y pintura van conociendo esas historias clásicas", reconoce Nacho, el tío de Laura, que a sus 30 años también pasará parte del verano en la biblioteca. "Cuidando de Laura, pero disfrutando también yo", confiesa. El horario de las bibliotecas municipales en verano es matutino y las actividades se realizan hasta las 14.00.

Por otro lado, los martes y jueves se puede disfrutar de las ‘Tardes creativas en el museo’, también en Zaragoza, que organiza de 17.00 a 18.30 el Museo Alma Mater de la plaza de la Seo. "Este verano hemos querido estrenar un espacio para desarrollar la creatividad, que se prolongará el resto del curso, ya que está habiendo muy buena aceptación", señalan Pilar Muniesa, responsable técnico. "Cada día se tratan diferentes técnicas artísticas, desde el volumen hasta el dibujo o el ‘collage’. Así, los niños experimentan y a la vez conocen la obra de grandes artistas, como Goya o Calder". Para ello, se combina el taller con recorridos dirigidos por el museo. Se trata de actividades dirigidas para niños de 4 a 9 años y el coste es de cinco euros por un día, 7 euros para una semana o 25 euros durante un mes. Una oportunidad, además, de conocer la parte más antigua del palacio arzobispal, espacio en donde vivieron los reyes de Aragón desde el siglo XII. "Por eso, el recorrido por el interior del museo traslada a los niños a otras épocas. Por este espacio transitaron los Reyes Católicos, Pedro IV el Ceremonioso, Alfonso el Batallador, o Palafox". Las inscripciones pueden realizarse en info@almamatermuseum.com o llamando al 976 399 488.

Hazlo tú mismo, en la Harinera

Y muy popular es también este verano la propuesta de la Harinera ‘Palés para niños’. Son tres talleres de verano, el primero tuvo lugar el 6 de julio; el segundo, el 27 de julio, y el tercero será el próximo 10 de agosto. Requiere inscripción y los interesados se pueden apuntar en harinerazgz@gmail.com o presencialmente en el espacio de la avenida de San José, 201, de martes a domingo de 10.00 a 21.00. "Es interesante porque permite a los niños realizar objetos con material que habitualmente se encuentran en la basura. Así, aprenden que más allá del reciclado está la reutilización", considera Elisei Tudor, creador y coordinador de la actividad.

Alrededor de Tudor se arremolina una docena de niños, cada uno con diferentes proyectos. Hodayfa, por ejemplo, está haciendo un yoyó, pero Vega ya ha pasado esa etapa y está pintando una muñeca de madera que Tudor ha serrado previamente de un trozo de palé. "Yo ya estoy acostumbrado a trabajar con estas maderas porque mi padre es muy manitas y siempre las coge de la calle –asegura Hodayfam que ya tiene el yoyó casi terminado–. Hemos hecho incluso muebles en casa". Y Vega se reconoce ya "medio experta" tras haber participado en talleres anteriores con Eliseo Tudor. "Pero haremos más cosas, detalles, un coche de madera, muñecos... Verano es sinónimo de imaginación".

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